Hoy por hoy, José Mota no tiene rival en mi país en el campo del humor. Solo el cineasta y actor Santiago Segura, "el Torrente", podría hacerle un atisbo de sombra.
Cómico, José Mota. Cómico actual y eterno. Un hombre, que ha sabido conectar con nuestra psicología celtíbera, desde su ambiguo personaje de entre perdedor, bajito, triunfador, y hasta ganador por goleada. La goleada necesaria del humor.
Cuando uno se consagra, resulta a veces reacio a quitarse la máscara, y poder deslindar en dónde empieza la persona y dónde el personaje. Pero, para nosotros los espectadores, este matiz nos importa menos. Reír con ganas es uno de los mejores placeres.
José Mota lo que es, es actor. Actorazo de primer nivel. Y solo los grandes actores son capaces de hacerte reír. Y cuando digo que es un actorazo bajo su aspecto de personaje normal y hasta tímido, me estoy refiriendo a su talento, creatividad, registros e ingenio. Innova mucho más de lo que creemos.
José Mota no solo es un atleta que se mueve a impulsos eléctricos y casi de personaje de dibujos animados. Éso, era antes. Cuando estaba en el dúo "Cruz y Raya". Mota va de serio y de dubitativo, pero en sus dudas, parece radicar su magia. Ha logrado dar el salto desde la promesa a la consolidación. Mota ya lleva bastantes años en esto del humor, y ha sabido con acierto y puntería cambiar a tiempo sus registros. Es consciente de que el humor es evolución constante, y de que los años no pasan en balde. Ahora debe construír situaciones y personajes menos saltarines y más estáticos, pero jamás deberán perder la tremenda pegada que te lleva a la sorpresiva e inesperada carcajada. Su sátira efectiva.
José Mota es español, y nos conoce bien. Ya no solo brinca o imita como Carlos Latre, sino que es capaz de ser nosotros y de estar en nosotras y nosotros. Es consciente de que venimos del campo y del pueblo, y que somos de gritar y de creer poco en la justicia oficial. Uno de sus personajes estrella, como es "El Tío de la Vara", es uno de estos ejemplos.
"El Tío de la Vara", vaga sorprendente y sorpresivo por las cosas. Pasota. Pero, piensa, que la vara que lleva, es muy resultona y eficaz. Y conecta con el pueblo. Y empieza a atizar con dicha vara, y sus carcajadas que provoca la eficacia impostada, te conectan y te enganchan al extraño sueño de nuestros ancestros. ¡Y te descojonas! ...
O, "la Blasa", esa vieja sabia y eterna, o los ancianos que son más listos que el hambre, o los machistas que somos, o toda esa realidad de la que huímos y que en el fondo tanta gracia nos sigue haciendo.
-ASÍ LE VEO-
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