viernes, 14 de octubre de 2011

- EL ENTRENADOR -



Warren "Trainer" Woods, entró de nuevo en uno de los gimnasios con más cantera de  los Estados Unidos de América. Sobre el ring, se ejercitaban los mejores gladiadores, los cuales serían los futuros campeones del mundo de boxeo en casi todas las categorías. Vivero de lujo. Pasión y calidad.
Pero el entrenador, Woods, no se quedaba a la zaga. Era un mito en el mundo del boxeo. Su fama de entrenador duro y eficaz, y su carácter hosco y extraño, eran bien conocidos por los elegidos de este deporte de puños de hierro, hambre, y cabeza de zen.
"Trainer" Woods, saludó a todos los entrenadores del gimnasio, y a continuación puso sus pies encima de una mesa, situándose muy próximo a un joven púgil de raza negra, rápido    y  de potente pegada. Se llamaba Calvin Ramírez, y tenía orígenes colombianos. Sí. Calvin era el terror del gimnasio. De sus preparadores, y hasta de las moscas que atraía el sudor del fragor de los entrenamientos.
- "¿Quién es ese chico?", preguntó Trainer Woods al jefe del gimnasio.
- "Oh, yes. Se llama Calvin y está demasiado loco. No vale para boxear. No tiene cabeza. Y es una pena, porque es una roca. Un superdotado, amigo Woods. Pero, no se te ocurra acercarte a él. Es peligroso y ...
- "¡Corta el rollo, amigo! Voy a subir a ver. Dame un par de guantes, ¡venga!"...
Dos fieras sobre el ring. La violencia letal del famélico y ansioso de éxitos, Calvin Ramírez, y el durísimo "trainer" y mito, el gran y temible igualmente Woods, el entrenador. Ya en el ring, hubo más que palabras. Fuerza contra mente.
- "Ven aquí, Ramírez. ¡Pégame! Podrías ser un perfecto hijo de puta, nenazas"...
Ramírez no dijo nada. Se fue a por Woods. Comenzó a pegarle y a pegarle. Hasta      que    finalmente cayó "Trainer" a la lona. Ramírez seguía soltando golpes a pesar de verle en el suelo. Pero, el entrenador, se levantó de un brinco y se refugió en las cuerdas. Apuró absolutamente el protector de su cabeza, y de repente sacó una mano que alcanzó de lleno a Ramírez. Éste, enfurecido, comenzó a golpear con mayor ira, descuidando los flancos. Hasta que "Trainer" Woods le explicó a Calvin, que era un entrenador, que le estaba probando las reacciones, que solo había intentado provocarle, y que le ordenaba que parase ya. Calvin, obedeció tras mirar a los demás sparrings del ring.
A partir de ese día, "Trainer" Woods sería el entrenador del joven Calvin Ramírez. El trabajo, fue diario y atroz. Pero la idea del entrenador era detener la taimada violencia   del   joven  diamante. Quería meterle sesera entre ceja y ceja. Dos meses después, Woods le dijo a Calvin:
- "Sé que estás cansado y hasta las bolas, muchacho. Pero ahora ya golpeas con fuerza y has dejado la violencia. Ahora respetas a tus rivales. Ya estás preparado. Dentro de dos semanas pelearás por el campeonato de Nueva York. Ese cetro es tuyo, ¿okey, Calvin?" ...
El sí de Ramírez, dió paso dos meses después a un combate eléctrico. Al tercer asalto, Calvin ya era campeón.
-PERO EL ENTRENADOR SABÍA QUE QUEDABA TODO POR HACER-

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