Alto, cabello ensortijado, piel morena, sonrisa franca y ambición. Calé guapo y enamoradizo, amores por doquier y tradición en el ademán. Gitano. Gitano de ciudad y mundo, gitano sin bareras ni tabúes, música alegre de guitarra y de zorongo.
Orgullo y pasión, juego por la vida ambulante de los sueños, canción promocionada en una emisora primeriza, y todo el exceso de la cuna de su libertad. CD y palmeros.
Gitano que rompe moldes y saca músculo, tatuaje y picardía, calle de en medio que se abre entre rivalidades y gritos de iniciación. La calle. La calle y el coche. La bicicleta y la chatarra, la moto precoz. La construcción de lo que haga falta. Tormenta de sueños que se cruzan en medio de una vida que está para ser reconocida.
¡Oh, gitano! Mundo adverso e impenetrable, asunción de la condición, y rescate de coplas, jondos o tarantos de atavismo. Historia y cuna. Nana, nanita, nana que al alba se esconde, mamá de teta y de amor, luna en los ojos y aderezo en el lóbulo. El gitano no se esconde. Al contrario. Se muestra, se demuestra, alza su voz y su mirada, y cuando le miras temeroso y distante sabe que no puede contar contigo pero que hay que seguir. La luna no está quieta, y acabará saliendo el sol o la nube. Quien no se decide, está muerto. Rivalízate.
Arte. Mucho arte. Estilo y etnia. Arabesco y giro, reivindicación en la inflexión de una garganta que sabe a saeta de amor. Cristo. Los antepasados y el respeto, los que han de venir y los que siempre estarán. Gitano de tele echado hacia adelante sin rubor. Cantante que vacía la entraña y la ropa, y quien lo da todo por un poco de parné. De money y porvenir.
Mira que la vida aprieta y es traicionera. ¡Ay, si te descuidas! ¡Ay, se te dejas ir! ¡Ay, si haces lo que te puede pedir el cuerpo! ¡Ay, si decides no ver la línea que te deja en este lado de la ley! ¡Ay, si eres excluído! ¡Ay, si tu estigma se hace muro y pared! ¡Ay, si te meten en un chabolo y no puedes respirar el despertar de una gachí en flor! Flor de mujer bella y eterna. ¡Ay! ...
Artista de prisa y maletas, sangre en las venas de malabar de partituras, genio de impulsos, y torero de reses cotidianas. Triunfador a veces, Camarón de España y del Japón, tablao y tiempo sin fronteras, olé y el mundo, circo trapecista que mata o premia, audacia o cobardía, templanza o cordero descarriado.
Tacón que taconea, exagera tu dicho y tu verdad, Lola Flores y el Pescaílla, Rosario y su hermano mito Antonio lanzándose por el tobogán de la sensación tóxica que te deja seco y te concede el recuerdo de inolvidable. Mito.
Gitano de siempre, de Hungría o Rumanía, de Huelva o de Marsella, itinerante con furgoneta de brillo de cristal y noche. Noche. Mucha noche que es otro tiempo y otro sueño. La noche del gitano es hembra y poderío, libertad e ingenio, imaginación e impronta, risotada feliz junto a los suyos y churumbeles correteando por poblados de poco asfalto y calzado ausente. Tentación y pobreza.
Gitano distinto. Gitano Casanova y de la moda. De guitarra y de hoy. Gitano de fuerza y clase, gitano aparentemente extraño que atemoriza con sus ojos a veces rubios el gran tabú de la distancia.
Gitano humano y familiar, el tío Pedro y las leyes, la autoridad que se pierde en la actualidad y que no progresa. Gitano que se autogestiona, que imita más lo que ve, que sale del guetto, y que sabe lo básico que hay que hacer para estar y sobrevivir. Joaquín Cortés y Noemí, Diego el Cigala o Lole y Manuel el cabrero. Vente conmigo niño con el romero en flor. Todos. Todos los gitanos tienen misterio.
-UN MISTERIO PROPIO-
0 comentarios:
Publicar un comentario