miércoles, 7 de abril de 2010

- MI ABRIL -

Mi Abril para soñar. Mi Abril para reír, que diría el gran Carlos Cano. Os confieso que el mes de Abril es mi preferido de entre todos los que componen el año. Es la primavera niño, la primavera esqueje, la primavera más pura y hasta esotérica, que lanza su luz creciente hacia la clorofila verde de la renovación vital.
Abril es mi pequeño tesoro. Todavía no está en mi Valencia la flor. Aún no. Eso quedará para el explosivo y mediático Mayo. Pero este mes de Abril tiene para mí la magia de una verdad precoz. Sí. La primavera de modo tímido pero implacable, avanza sobre mi alegría y la de todos. Con la vida nunca puede la mentira o el maquillaje.
Abril. Mi niño Abril. Abril con luz creciente, que asombra desde el útero del invierno frío. Mejor que en las plantas de mi balcón es difícil verse. Pero también se ve por todas las partes,ángulos, perspectivas y recovecos. Abril es una fuerza hercúlea y sutil que emerge. Besos de Abril.
Me asomo al balcón y miro mis plantas. Ya no están dormidas. Los brotecillos las animan y las mueven. Las plantas de mi balcón, reviven y se rehacen. Crecen, se disponen, amagan inevitables desde los tallos y desde las ramas. Pasan cosas.
Eso es la vida. Mis plantas están sonriendo. Su verde de la savia es un verde vivo, un verde alegre y real. El verde del exceso, la naturalidad y la fuerza. Abril para amar, para cantar, para abonar, para regar, y también para disfrutar como sibaritas.
Abril mueve a la primavera hacia adelante. La ciudad se llama luz, y mis plantas empiezan ese estado de forma que premiará el esfuerzo de su cuidado. Mis plantas mutan, se sexúan, se hacen grandes, brillan las hojas verdes, y todo es más salvaje y evidente aunque no haya flor. Estos veinte grados de mi Valencia, impulsan el crecido inevitable. Mis niñas y adormiladas plantas se despiertan y empiezan a cantar y a crecer. Abril me llama.
Sí. Abril me excita, me hace belleza, me prepara para el gran estallido en libertad, me llena de sol suave, no me quema sino que me respeta la piel, me da pureza de aire soportable en el rostro, me impregno de novedad y de esperanza, y me hace capaz de sentir fuerza de nuevo.Renovación.
En este homenaje sentido y vivo hacia mi admirado Abril, he puesto más que nunca el corazón y el sentimiento. Ha sido Abril, me empuja Abril, me siento Abril, y me preparo para la belleza sana e imparable del Mayo mediterráneo.
-VIDA Y TIERNA LUZ-

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