miércoles, 28 de abril de 2010

- LA BAUTICÉ TONYA -

No puede negar que es asturiana. En su acento, está toda la Asturias rural y natural. La conocí como a tantas otras personas, gracias al internet. Tiene una edad parecida a la mía. Un día, cogimos conversación y comencé a descubrir su tierno misterio. Pasamos a la webcam esa o como se llame, y pude ver su rostro. Su sonrisa de niña eterna. Sí. Siempre recuerdo una sonrisa infante en una mujer fuerte y madura. Y sobre todo, natural. A veces me da sorpresas y me llama. Me llama desde lugares increíbles y bien cercanos a su Navia de la cuna. Tonya la llamo yo. ¿Por qué no bautizarla como Tonya, con lo natural y real que demuestra ser, a pesar de ese medio aparentemente frío que es el internet, o de la tremenda distancia geográfica y de tantas cosas?... Sí. De vez en cuando Tonya me llama desde los rincones frescos y bellísimos de su tierra, llenos de pinares, vacas campando a sus anchas, curvas de carretera de pelos de punta, y toda la naturaleza viva del lugar. Y yo escucho lo que me cuenta, pero también capto los lugares de los que me habla, porque me los imagino tan reales y a la vez tan sencillos como ella misma. Tonya es el pueblo, lo rural, ese encanto entre ingenuo y curtido a golpe de acostumbrada climatología dura y bellísima a un tiempo. Por éso, mi bautizada Tonya coge su coche y se va a las explotaciones ganaderas y toma las muestras de la leche vacuna, y anota el nombre de las vacas, y de los terneros que nacen, y me habla de las berzas que ha plantado en su pequeño huerto, de las características de su pequeña aldea, y de todo lo que le da la gana contarme. Así es Tonya. Mi bautizada Tonya, que ahora tiene a su madre malita y muy delicada de salud, y que está lógicamente un tanto triste. Pero en el corazón de la montaña y del prado asturiano, nunca nada es tan dramático como en la comodona gran capital. No. En lo rural, en el campo, en la verdad ganadera y agrícola, hay una aceptación natural de las cosas, que proporciona la sabiduría de la experiencia y del lugar. En el acento de Tonya hay, saudade astur, decisión, deseos de mejora de su vida, aceptación natural de la realidad, y nunca perderá su sonrisa natural de pequeña ratita asturiana. Puedo verla siempre laboriosa, intercalando su función de control de la leche del vacuno, con su confección de objetos de cuero, de piel, y de mil productos artesanos. Os juro que acercarse a mi Tonya bautizada y apenas virtual, es respirar el aire puro de un mundo rural y entrañable. - ¡PUTXA ASTURIES! -

6 comentarios:

Realmente bonito lo que has escrito, Mago.
Me ha gustado mucho¡¡¡¡
Un beso

Mil gracias por tu tiempo y tus halagos sobre mi escribir.
Besos mil,HONEY!

Precioso Mago
Al final va a resultar que esto del internet no es tan frío como pensamos, desde el momento que nos hace sentir...
Un besito Mago...y otro para tu querida Tonya

Nansy.

Bienvenida,Nansy, a mi/vuestro blog. Gracias por tu tiempo.
Leo en ti igualmente la emoción viva, y te aseguro que nada más gratificante para un modesto aspirante a escritor que haceros sentir.En efecto parece que la magia puede con este aparentemente frío medio, y nos envuelve como en una realidad,amiga.
Más besos para Tonya,recibo yo los tuyos,Nansy, y mil gracias por tu bonito detalle al escribirme.
GRACIAS!

Un besito para Tonya de mi parte Mago, y un abrazo para ti.... Marpart

Mil gracias Marpart por tu tiempo.
Recibe de mi parte un fuerte abrazo, un buen beso de Tonya,y el agredecimiento sincero.
Bienvenido y gracias,Marpart!

Publicar un comentario