domingo, 11 de abril de 2010

- HAY GENTE QUE LO HACE -

Sí. Hay gente que parece tener un don especial para decidir. Es ciertamente, algo que han logrado por genes, inteligencia y observación. Hablo sobre la certera oportunidad de sugerir solidariamente algo ayudador. Y no me refiero ahora a las organizaciones que cooperan con los países pobres, o cosas así. No. Veréis. Érase que se era un grupo deportivo. Uno de los deportistas salió lesionado gravemente. Y así comenzó lógicamente un calvario, dado que a los deportistas les molesta profundamente la contingencia adversa e inevitable de la inactividad. No pueden estar quietos. Es el punto de concentración de todos los domingos por la mañana, y aprovechando el deportista lesionado que vive cerca de dicho lugar habitual de concentración, baja y aprovecha para saludar a un@s y a otr@s. Un tanto bajo de moral, puede observar con envidia insana cómo ellas y ellos y sin problemas físicos, se disponen a practicar alegres y satisfechos, su deporte preferido. El hombre lesionado va saludando a tod@s sus compañer@s, y la gran mayoría de ellos le sonríe, pero se limitan a desearle pronta recuperación, y luego van a lo suyo. Hasta que, de pronto, aparece alguien que se dirige al leso y no solo le saluda. Lo que aparentemente menos hace, es saludarle. Lo que esta persona hace es, observarle. Medirle y decidir. Y al verle compungido, saca sus propias conclusiones: "Este no solo viene evidentemente a hacer deporte, sino que añora el ambiente de las chicas y de los chicos, que por sus circunstancias, ahora no puede abordar...", se desprende de su actitud posterior. Y a continuación sigue midiendo, y utiliza la sencillez y la concreción. Este hombre no pretende que le hagan caso, sino que se limita a sugerir. Y sabe cómo se sugiere. Quizás, porque tiene una fuerte perspicacia de sabio aparentemente distraído. Su nivel es la sencillez. Y le dice al leso: "Oye, tú es que no vienes solo a hacer deporte,¿eh,amigo?"... El lesionado, le mira pícaramente. Las chicas están muy bien, y le jode la separación del ambiente que genera su postergación inevitable de su grupo deportivo de siempre. Insiste el hombre oportuno, y empuja hábilmente: "¿Sabes?,podías ir a una piscina que hay por el barrio del Carmen entretanto... Te ayudaría mucho. Además, allí va gente de este grupo"... El deportista lesionado le sonríe de nuevo y piensa que ha dado en el clavo y que está a punto de convencerle, y le pregunta que dónde está eso, y el dinero que cuesta, y que tiene razón, y que cómo es que es tan perspicaz, y se pregunta a sí mismo cómo es posible que en estos tiempos de tanto individualismo haya gente que sugiera y de buen corazón, propuestas concretas y amables. Y con convicción. Hay gentes a las que les nace hacerlo. Y lo hacen. Ayudan con su sencillez, y saben convencer. Hay algo en ellas y ellos que les permite llegar a la gente triste y atribulada, y además sin dar la menor sensación de lástima por los otros. Todo un don. Gente exquisita. -Y LES GUSTA PASAR POR ANÓNIMOS-

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