domingo, 23 de septiembre de 2012

- MIS CHARLAS CON ... "EL DINERO". -




EL MAGO: Hola, Dinero, ¿charlamos un poco? ...
DINERO: Ah, como quieras, Mago ...
EL MAGO: Gracias, pues. Oye, Dinero, tú eres un ser muy poderoso, ¿no te podrás quejar, eh? ...
DINERO: Tienes razón, amigo. Todas las gentes y de todos los países dicen que me quieren, ¿qué te parece? ...
EL MAGO: Te necesitan, Dinero. Sin tí, no podemos sobrevivir ...
DINERO: Tú lo decías antes, Mago. Tengo mucho poder. Soy capaz de convertir a las gentes en ricos y pobres ...
EL MAGO: Y tú, Dinero, ¿quieres más a los pobres o a los ricos? ...
DINERO: Je, je, je, je, Mago. Me ha sorprendido tu pregunta. No la esperaba. Déjame pensar un poco la respuesta ...
EL MAGO: Vale. Te dejo. Yo creo que son los pobres los que más te quieren. Los ricos ya te tienen y de sobra, ¿para qué iban a quererte todavía más? ...
DINERO: Ya sabes la tentación humana. ¡Por la avaricia, Mago! La gente quiere poseerme una y otra vez. Como en una bacanal romana sin tiempo ni moral ...
EL MAGO: Ajá, Dinero ...
DINERO: Por cierto, Mago, ¿tú me quieres o me desprecias? ...
EL MAGO: Pues te diré mi verdad, Dinero. A pesar de que soy extremadamente pobre, nunca te he tenido en mi vida como un gran objetivo. No se me ha ocurrido asociar   la riqueza con la felicidad, ¿sabes, Dinero? ...
DINERO: Eso debe ser porque eres un inconsciente y un romántico empedernido, Mago. A propósito, ¿tú eres capaz de sacar y crear dinero de una chistera o no, amigo? ...
EL MAGO: ¿Magia con el dinero? ¡No! Jamás. El dinero se consigue a través del esfuerzo y del sudor. Todo lo demás, son trucos. ¡Créeme! ...
DINERO: ¿Insinúas acaso que los multimillonarios son unos tremendos seres laboriosos, y los pobres unos redomados vagos, amigo? ...
EL MAGO: Ja, ja, ja, ja. Iba a decir, que todo lo contrario. Pero, por prudencia, prefiero callarme. A menos que tú me provoques, Dinero. Ja, ja, ja ...
DINERO: Yo creo que tú tienes una teoría sobre mí, ¿miento, Mago? ...
EL MAGO: Ahora parece que el Mago eres tú, Dinero. Je, je, je. En efecto, sostengo que  es totalmente injusta la distribución de tu energía. Casi todos apenas tienen nada que echarse a la boca, y en cambio una inmensa minoría viven siempre en el lujo y en la opulencia ...
DINERO: Ya. Entonces, Mago, ¿no crees tú que los ricos son extremadamente listos y se llevan el gato al agua? ...
EL MAGO: ¡Eso era antes! Cuando los políticos no podían ir a las universidades, entonces los ricos les engañaban con sus teorías económicas, y se blindaban con unas leyes imposibles de atacar. Mira, Dinero, yo creo que los ricos actúan de ese modo tan poco social, porque están cargados de miedo ...
DINERO: Y, acaso, Mago, ¿no son esas mismas leyes de protección al privilegio, las que siguen vigentes y actuales? ...
EL MAGO: Las mismas, y hasta peores, Dinero, Pero como la gente ya ha estudiado, ya no pueden ser más manipulados, y los engaños actuales sin argumentos sólidos,   ya   no   son  creíbles para nadie ...
DINERO: ¿Quieres ser millonario, Mago? ...
EL MAGO: Éso me suena a un programa de la televisión, y a la tentación de Jesús en las montañas durante cuarenta días con sus noches. Verás, Dinero, yo lo que quiero es que haya paz social ...
DINERO: Pareces un político, Mago. ¿Quieres responder a la pregunta que te hecho? ...
EL MAGO: Mira, Dinero. Si me llenas el cuerpo de monedas de oro, no las rechazaré, pero lo que nunca haré será perder la perspectiva de que millones de personas pasan hambre en el mundo ...
DINERO: Eso lo dices por los ricos. ¿A que sí, Mago? ...
EL MAGO: Exacto. Veo que eres de ciencias. Has apuntado bien a la diana económica. El gran problema y error de los ricos es que solo se miran el ombligo, y les importan un pito los demás ...
DINERO: ¿Tú crees, Mago? No sé yo ...
EL MAGO: Se nota que estás con éllos, Dinero, Lleváis demasiados años muy unidos. Por no decir, que siempre ...
DINERO: ¿Eres capaz de arreglar los males económicos del mundo, Mago? Je, je, je, je ...
EL MAGO: Más quisiera, je, je, je. Ojalá tuviera yo las llaves de la justicia social y del candado que cerrara los grandes desequilibrios ...
DINERO: Pues imagina por unos segundos, fantasioso Mago, que pudieras tomar decisiones para solucionar los problemas. ¿Presentar la dimisión sería la primera medida que tomarías, Mago? Ja, ja, ja, ja ...
EL MAGO: ¡No lo sé! Y, poca broma con ésto, ¿vale, Dinero? ...
DINERO: ¡Vaya genio que tienes! Te pido disculpas. Anda, cuéntame qué harías tú, y cómo pondrías tu granito de arena, Mago. Vamos ...
EL MAGO: Lo primero que haría sería dialogar con las personas que tienen los mayores tesoros. Y les diría, que si desean mantener el Sistema que acuna sus privilegios,   están  cometiendo un grave error. Que, deberían tener temor y soltar un poco las monedas ...
DINERO: Sigue, Mago ...
EL MAGO: Les diría, que si siguen colocando la soga sobre los que menos tienen, dicha cuerda puede romperse, y éllos saldrían más que perjudicados con su equivocada estrategia, Dinero ...
DINERO: ¡Ni caso que te harían, Mago! Y, siento ser tan pesimista ...
EL MAGO: Tú no eres pesimista, Dinero. Tú lo que eres es muy conservador, miope   y   tradicional. Ja, ja, ja, ja ...
DINERO: Entonces, ¿eres un sabio que merece todas las medallas, Mago?, ¿una lumbrera y todo éso? Ja, ja, ja, ja ...
EL MAGO: ¡No y no, Dinero! Solo trato de ser sensato, amigo. O cambiamos de modo de pensar los seres humanos, o podría haber hasta una guerra ...
DINERO: ¡Oh, las guerras! Ni las nombres. Solo de pronunciar su nombre me estremezco, Mago ...
EL MAGO: Por fin estamos de acuerdo en algo, amigo Dinero. ¡Ya era hora! ¿No crees? ¡Malditas guerras! ...
DINERO: Pues, aprovechemos para despedirnos ahora que las cosas se han suavizado, Mago. Adiós, y que tengas suerte ...
EL MAGO: ¿Te vas ya, Dinero?, ¿ahora que iba a preguntarte acerca de la prima de riesgo y por el rescate? ¡Vaya pues! ...
DINERO: Es que te he intuído la pregunta. Me voy a un sitio seguro, Mago ...
EL MAGO: ¿Acaso a un paraíso fiscal de ésos, Dinero? Je, je, je, je ...
DINERO: No. Mi vida privada es solo mia, Mago. ¡Adiós! Je, je, je, je ...
EL MAGO: Hay que ver cómo te escabulles, Dinero. Anda, adiós. ¡Bye!

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