Ha sido un Tour de Francia con temperaturas de otoño, a pesar de estar en el mes de Julio y en pleno verano. Sí. Un Tour distinto al imaginado, y tremendamente abierto y disputado. Igualado.
Alberto Contador llevaba dos fuertes desgastes. Uno de ellos residía en sus piernas, dado que acababa de disputar y ganar el Giro de Italia. Pero, quizás su mayor desgaste, fue ese Damocles que todavía pende de él por aquel dichoso clembuterol. O lo que fuera aquello. El desgaste mental.
Contador,-que seguramente es el mejor ciclista del mundo-, ha acusado dichos lastres,y le han acabado pasando factura. Empezó cayéndose varias veces en las montoneras y haciéndose daño, le faltó la alegría acostumbrada y la danza sobre la bici en la montaña, y las rodillas y las fuerzas le jugaron una mala aunque quizás previsible pasada. Cedió su chispa.
Lo que no faltó fue la casta del pinteño, cuando atacó tras su pájara en el Galibier, y puso al Tour con las orejas puntiagudas a todos. Su célebre frase: " Me la juego, y me da igual quedar quinto que el veinticuatro", indica su enorme talante inconformista de campeón. ¡ Bravo, muchacho !
Este Tour lluvioso y casi de invierno, se lo ha llevado el coriáceo y antiespectacular corredor australiano, Cadel Evans. Ha sido el más regular, el más astuto, el más cerebral, el más frío, y el que mejor ha sabido soportar la presión. Pasaban y pasaban las montañas y las etapas, y a lo tonto a lo tonto, el australiano siempre estaba en las primeras posiciones. Hasta que ha terminado ganando el Tour 2011. Más que justo vencedor. Sin duda.
Los hermanos luxemburgueses Andy y Frank Schleck, le secundan en el podio de París. Os confieso que me cuesta saber quién es quién. Ambos son excelentes escaladores, un tanto poco simpáticos o introvertidos, fríos, pero dos sensacionales ciclistas. Pero, no tienen el talento estratégico de Evans, y en más de una ocasión se han equivocado en la forma de plantear la carrera.
Meritorio cuarto puesto final para el hercúleo francés Thomas Voeckler , que demostró unas agallas casi de suicida. El día que se quedó cortado en el Galibier, nos maravilló por su tesón e inconformismo. Excelente corredor.
Contador y el excelente escalador vasco Samuel Sánchez, son quinto y sexto en la clasificación definitiva. Exultante el "Samu" en sus correrías montañeras, poniéndole sal y chispa a la carrera. ¡Bravo!
Y, finalmente, dos italianos, como el escalador Damiano Cúnego y el todoterreno Ivan Basso, ocupan las meritorias séptima y octava plaza de la General. El ciclismo italiano ofrece una prometedora y amable cara en este singular Tour.
Sí. No ha ganado Contador este año, sino Evans. Nos había acostumbrado demasiado mal el madrileño de Pinto. Lo ganaba todo. Pero seguro que el año que viene volverá al Tour a por todas, y a hacernos soñar con su ritmo descomunal de campeón.
-APUESTO QUE SÍ-
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