Ahí le véis. Cara de santo, y aspecto nórdico. Nada de negro, moreno o terrorista islámico. De éso, nada. El asesino de Oslo y Utoya, era aparentemente uno de los nuestros. De los suyos, de los europeos avanzados, de los noruegos, y de los nacidos ahí.
Este joven nazi, loco y canalla, tiene treinta y dos años. Es un chaval. Pero es una bomba humana. El joven con aspecto de guapo y normalizado santurrón, escondía entre sus venas el puto odio de Hitler.
Sí. El avance del fascismo y del nazismo en Europa, es más que un hecho obvio y flagrante. El pajarraco se llamaba esta vez, Anders Behring. Ultradestructivo, y psicópata para los que no pensaban como él. Y entonces, el sabandija enajenado de Anders, puso una bomba en la pacífica capital de Oslo, y no contento, se marchó a la isla de Utoya fusil en mano, para acorralar hasta la muerte a jóvenes de un partido, cuya gran culpa era que pensaban muy distinto a él.
El monstruo Anders, no es de ficción. Aunque lo parecería, el vil Anders Behring es un ser de carne y hueso, que sigue afirmándole a su abogado y al mundo, que se siente satisfecho y que no se arrepiente de lo que hizo.
Para la mente y la canalla de este psicópata nazi, los otros y la diferencia, eran insoportables. Todos los que no pensaran como él, tendrían que perecer. Todos. ¡Sí, todos! ...
Sus ideas le llevan a obsesionarse con el Islam, y ser xenófobo con quienes vienen a Europa esgrimiendo tal creencia. O a los comunistas o gente de izquierdas, a los que no traga ni puede esperar nunca tolerar. ¡¡ Se cree un Dios !!
Noruega está en el triste asombro. No lo podía creer. Todavía no puede asumir que ha parido a un monstruo. Que en esa democracia libre, avanzada, modelo, y hasta mito, los nazis asesinos también nacen y se hacen. Y que hay un sustrato y caldo de cultivo, que permite al vil Anders Berhing pensar como piensa. Y hacer lo que hizo.
Sí. Noruega y los países escandinavos, han de abrirse más a la realidad. Han de saber que los morenos no llegan a sus tierras a quitarles nada, y que los islamistas no son unos terroristas con bomba lapa incluída. No. Que pensar así, solo es un suicidio comodón.
Noruega, ha de reflexionar a través de su vil escoria y asesino. Sonreír más a los de afuera, y estar bien despiertos y con los ojos atentos, para perseguir y controlar a esa lava de violencia que encarna Behring, y que es su odio, bomba, tumba y muerte.
-DOLOR Y REFLEXIÓN-
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