martes, 19 de julio de 2011

- AVENTURA SOÑADA -



Juega conmigo a escribir lo que te dé la gana. Sueña a heterodoxia, y a olor a salitre con traje de buzo. Haz el Camino de Santiago caminando sobre hojas de papel. Decide con absoluta  libertad, que tienes derecho a hacer diabluras. Y por unos momentos dale un corte de mangas a lo esperado.
Aventura soñada, bosque de brujas, gigantes de Caperucita Azul. Verdes pinos y polvorientas encinas mirando la tele de tu ordenador, y tú comiéndote una pizza con mucha pimienta.
Avanza hacia las montañas lejanas con la agilidad de la pluma de un buitre, y haz que no te asusten las dificultades ni los ruídos. Vívete a tí mismo, y haz el favor de ser muy feliz. ¿Por qué no?
Cruza los ríos a lomos de una alfombra persa, da un arabesco a tu versión de las cosas, y lanza al Cosmos unas cuantas mentirijillas veniales y personales.
Sube a un tren y bájate en la siguiente parada, siéntate en un banco de un parque y lévantate de inmediato para sorprender, y efectúa un trote gimnástico con tus piernas jóvenes    y  deportivas de libertad.
Gambetea, regatea, juega al fútbol y sé tremendamente egoísta con la pelota en los pies. No temas. Solo es verano, quieres gustarte, y únicamente se trata de un partidillo de barriada. Si pierdes el balón, que vayan y lo recuperen otros. Descansa, y no sudes demasiado. Hazte gandul por unos minutos virtuales.
Métete en un día de calor en la ducha,y simula una pecera. No salgas en horas del contacto de tu piel con el agua, hasta que tu vecino se mosquee. Gamberrea un  poco, pero no demasiado. La factura del agua puede esperar. Y tu vecina tiene celos.
Ahora, agarra tu coche. Ni se te ocurra elegir el pueblo ni el trayecto. Que sea todo al azar. Déjate. No programes nada. Ya irá saliéndote todo por el camino, como un fácil sudoku  o crucigrama. Pon la radio a toda leche, y pasea por las neuronas veraniegas. No tengas prisa en volver. Siempre te van a esperar. Lo sabes.
Y si te llama Vanessa, cógele el teléfono y dile que la quieres. Y, que, es la chica de tus sueños, y que eres poeta de su bañador con puntilla, y que le pondrás tatuajes en su bufanda durante el invierno, y que tiene los ojos más bellos de la Galaxia. Sé que te creerá, Alejandro. Hazme caso y lánzate. Sorpréndela y quiérela mucho. Y si te propone hacer el amor, me enfadaré mucho si la dices que no.
- ¿VALE, MUCHACHO? -

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