viernes, 28 de enero de 2011

- ME GUSTÁIS LOS DOS -

Y lo sabéis. Me gustáis los dos por un igual. Pero a veces os veo celosos entre vosotros, y sabéis o deberíais saber que eso está de más. Sí, amores. Vuestra Deborah no tiene secretos para vosotros y de ningún tipo. Sabéis que ya no tengo cincuenta años, y que eso, más que molestaros, os produce atractivo. Morbo, que llamáis. Sé y soy consciente de que me cuido, y de que la diosa naturaleza me premió con exhuberancia y belleza, de sobras. Os doy y me dáis, todo lo necesario para que nuestro rollete funcione. Por ejemplo, cada uno de vosotros sabe lo que me gusta más, y yo sé lo que os hace estrellas con solo imaginarlo. No os engaño a ninguno de los dos. Tanto uno como otro, sabéis que existís mutuamente, aunque nunca hayamos coincidido los tres en uno de mis sueños totales. Tú, David, sabes que Julián tiene veintiséis años, y que es como mi yogurín y máquina tierna y deliciosa de amor. Tú, igualmente, Julián, sabes que tienes una edad cercana a la mía, y que estás más hecho como varón, y que tu madurez me seduce y me agrada. Me agradas, exactamente lo mismo que me agrada el otro chico. No deseo ni debo daros supremacía ni ventaja a ninguno de los dos. No sería franca y sincera con vosotros. El día que uno de vosotros, o los dos, dejéis de llenarme plenamente como mujer, deberéis entonces salir de mi vida. Ese es nuestro proyecto, y nuestro activo de gratificante relación presente. De modo, que no se os ocurra compararos. Uno tiene más potencia de saque, y otro más resistencia de fondo. Y que sepáis que no solo me gusta amaros a los dos, sino que como mujer ya de una edad que soy, deciros que me siento realmente halagada por vuestra elección para conmigo. Los dos sóis maravillosos. Por eso no pienso presionaros, y lo sabéis. Pero como me gusta ser sincera, ya sabéis lo que me gustaría que sucediera entre nosotros tres. Sí. Nuestros tres cuerpos, juntos. Exactamente eso. Y sóis pelín machistas, lo sepáis, porque si el asunto final de cama estuviese constituído por dos personas de mi sexo y una del vuestro, a lo mejor no eráis tan reticentes a consumar mi deseo. Pero, mis queridos y afectuosos varones: sé que tenéis prejuicios y que os evitáis físicamente. Y esto yo siempre lo voy a respetar. Tanto a uno como al otro os voy a seguir amando con toda la pasión y sin tabúes como hago siempre que nos vemos, que es con bastante frecuencia. Sóis maravillosos, chicos. Por eso tengo la coherencia de veros a los dos. Y si no deseáis hacer realidad mi y nuestro maravilloso secreto, entonces me aguantaré las ganas. Pero no olvidéis que la vida es breve y tremendamente cambiante. -OS AVISO A LOS DOS-

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