Sin sorpresas. Una nueva temporada liguera, y nuevamente el Barcelona se ha hecho con el título de la regularidad. Y bien que merecidamente. Casi, sin rivales. Sólo, con el pundonor y la porfía del emblemático Real Madrid.
Pero, en realidad, ha sido un nuevo paseo triunfal para este curtido y extraordinario equipo, que mana de la figura de un calmo Pep Guardiola, y que, -sin llegar a hacer ni de lejos aquel fútbol de ensueño de otrora-, sigue con seriedad, y con la propuesta alegre y atractiva de la posesión y del dominio del balón, hacia más y más éxitos. Históricos ya.
Un equipo hecho y de campanillas. Jugando de memoria, al rondo, sin malos rollos entre los jugadores, con una posesión omnímoda del balón, y con un Messi dispuesto a finiquitar las cosas en un periquete. Y en el periquete más necesario, importante y definitivo.
Víctor Valdés, ha completado una temporada realmente sensacional. Las dudas sobre el guardameta, ya forman parte del pasado. La defensa, ya os la sabéis. Alves, es además, un extremo. Piqué le pone el lujo al centro de la zaga, y un Puyol renqueante pero eterno, ha demostrado una fortaleza hercúlea y una personalidad poco comunes. Abidal, en la izquierda, ha sufrido en su cáncer de hígado a su peor extremo. Nos alegramos por la supersónica recuperación del rapidísimo defensa.
En el centro del terreno de juego, y como siempre, la gran clase y marca del Barcelona. Un majestuoso Sergi Busquets, rebañando todos los balones divididos, y recuperándolos con un sentido polivalente y de colocación envidiables. A su lado, la sabiduría del maestro Xavi Hernández,-renqueante por sobrecargas y recuperado al final-, la magia del genio Iniesta, o el músculo de Keita. Excelente aportación del argentino Mascherano, más atrás.
Arriba, pero todo ensamblado, Pedro nos ha vuelto a maravillar por su descaro y listeza, a pesar de su juventud. Villa ha cumplido un digno papel, aunque su estilo no es el de la línea Guardiola. Pero, lo ha compensado con goles, y con sacrificio y lucha.
El capítulo aparte, ha sido Leonel Messi. No se puede decir de él otra cosa que no sean elogios. Nos ha vuelto a todos a maravillar. En cada toque, o en cada carrera, la sombra del gran Maradona se reflejaba con nitidez. ¡Es el mejor!
Más que justo vencedor de la Liga, ahora el F.C. Barcelona se relaja, y descansa camino de Wembley para disputar la gran final de la Champions League contra el potente Manchester United. Y yo os digo, que sea cual sea el resultado, el equipo del ponderado y precoz Pep Guardiola, habrá vuelto a hacer una temporada rutilante y nuevamente extraordinaria. Sensacional.
Lo que pasa es que este equipazo, nos ha acostumbrado a ganarles a todos, y nunca pensaremos que también los otros puedan ganar. Suerte para Wembley, y ¡enhorabuena, Campeones!
- ¡VIXCA EL BARÇA! -
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