sábado, 7 de mayo de 2011

¡ OH, NO, SEVY !



Acaba de morir en efecto, una leyenda. Uno, de los mejores deportistas españoles de todos los tiempos. Nada más y nada menos, que el genial Severiano Ballesteros. El hombre, el cual logró introducir en el deporte español, la idea de que el golf también podía ser    una   cosa  emocionante y divertida.
Años 70 y 80. El golf era una cosa bastante rara, y de americanos e ingleses. Sí. El golf   no  tenía nada que ver con España y su tejido social. El golf era    un    deporte   absolutamente desconocido, el cual quedaba restringido en su práctica, para aquellos extraños y rubicundos guiris y ya mayores, los cuales lo practicaban al lado de sus urbanizaciones de retiro   de  jubileo. Y gente de dinero, que nunca le habría pegado un palo al agua. Deporte de ricos. Hoy, en menor medida, lo sigue siendo.
Y de repente, Severiano. Un jovenzuelo educado y contenido, de la cántabra Pedreña, hijo de un recogepelotas del campo de golf del pueblo, empezó a hacer de las suyas en medio de   un deporte extraño. Muy raro por entonces.
Sí. Porque ya me explicarás. Unos campos de césped enormes y bien cuidados, llenos   de  hoyos o lugares de emboque. Unos señores con vestidos o uniformes impecables, y con gorras de protección, agarraban una serie de palitroques, y golpeaban con fuerza unas pequeñas bolas blancas. ¡Qué demonios sería éso!
Severiano Ballesteros era un muchacho. Una precocidad. Y va, y se presenta en la más que selecta catedral del tenis europeo, como es el British Open, y lo gana. Y después, lo gana varias veces más, así como innumerables torneos. Severiano proyectaba su leyenda. Se hacía grande, imparable, un ídolo mundial, y embobaba a los británicos. El mundo, se rendía a   sus pies.
Severiano, no podía negar que era norteño. Tímido, contenido       en     las    expresiones  y emociones, educado, elegante y adecuado a las situaciones que la vida le proponía. En su mejor época logró dominar el golf mundial, de la misma manera que lo hace Nadal con el tenis, o Induráin lo hizo con las bicicletas.
Se nos ha ido, como ya sabéis. Cincuenta y cuatro años. El puto cáncer. Se nos ha ido todo un señor y un caballero, distinguido, emprendedor, empresario, organizador,y con las ideas claras e internacionales. Se ha ido un ídolo mundial. Y en todos los sitios del Globo, en todos los noticieros, y en inglés, aparece la glosa de su excelsa figura. Ha fallecido uno de los mejores deportistas españoles de toda la Historia y del mundo , y un gran pionero, como lo fue Manolo Santana en el tenis o Ángel Nieto en las motos.
Lo que pasa es, que el golf es globalización, mundialidad y modernidad.     El       golf     es   tremendamente anglo, y nuestro Seve nos dió todas las alegrías del mundo. Abrió las sábanas de un deporte anodino aquí, y como un mago, nos ofreció algo novedoso y bien aceptado por la ciudadanía. La ilusión colectiva. La alegría, de su tímida y juvenil sonrisa. Sus enormes éxitos.
Hoy en día, ya hay mucha gente de nivel que juega al golf en España. Y ya vamos sabiendo lo que es un eagle, o un birdie, o un doble bogey. Nos hemos ido familiarizando con una nueva opción deportiva. Y todo fue por la magna acción de un héroe vanguardista, que logró dejar boquiabiertos a todos con su precisión en el toque de la pequeña bola blanca. Sin estridencias y con elegancia, nos abrió un nuevo mundo.
¡GRACIAS, SEÑOR!

2 comentarios:

Nunca, nadie, jamás se ha llamado "SEVY".

Seve o Severiano. Nada de "SEVY".

Pues Seve, amigo!

El GRAN SEVERIANO!

Gracias por leerme, amig@!

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