lunes, 9 de mayo de 2011

- OBAMA EMPIEZA A DEFRAUDAR -



Quizás le estábamos pidiendo demasiado. O, lo que sucede, es que no deberíamos pedirle peras a un olmo. A pesar de que Barack Obama lleva la seducción en el porte, y nada tiene que ver con la figura quasi ridícula y ramplona de George Bush, mucho me temo    que   las  expectativas que el mundo había depositado en él, se van desvaneciendo. Sí. Empieza     a  defraudar.
Obama también está en el maniqueísmo. También utiliza los métodos del Far West, y también solo tiene un solo país prioritario en  su mente, por encima de leyes y sensateces. Y ese país, no es otro que el suyo. Los Estados Unidos de Norteamérica. Y    ese  desaforado patriotismo, empieza a situarle ante una miopía ciertamente decepcionante.
El negro presidente americano, se ha dado cuenta de que su país todavía vive en estado    de shock. Que su país sigue con la herida descarnada y con el odio de venganza entre los labios. Obama ve en EEUU una especie de deuda anhelada. Los atentados siguen hirientes en los  corazones. Como en el asombro de Pearl Harbor.
Obama no logra salir de ahí. Se presenta delante de las cámaras, y habla muy tranquilo,    relajado, convencido, cínico y definitivo. Trata de restañar el dolor de los suyos. Siempre, los suyos. Los suyos de los Estados Unidos. Y no consigue salir      del   citado  anteriormente, maniqueísmo. Es un excelente encantador de serpientes. Un mago del ilusionismo.  Un padrazo sin vista de lejos, pero convencido de que a su pueblo se le saca de la depresión "como sea", y que "Estados Unidos puede hacer lo que se proponga"...
Lo de la chapuza del comando que mató a Bin Laden, nos lo cuenta como si todo estuviera bien, y dice que si lo de tirarlo al mar no era lo mejor, que peor lo pasaron y murieron  sus compatriotas en el 11 de Septiembre. ¡Caramba!
Ahora, Obama nos sale diciendo que no se explica como el vil Ossama estuvo seguro durante años viviendo en el Pakistán. Como, insinuando, que el gobierno pakistaní le tapó y escondió.
Mal asunto. Es muy posible que algunos países árabes taparan a Laden o que cobijaran a la organización terrorista de Al Qaeda. Y ahí radica la mediocridad del presidente americano. No sabe profundizar. No quiere. No desea acercarse a los países del Islam. Desconfía.   O , siente, que para su pueblo herido, acercarse a los líderes árabes, sería algo así como un alta traición.
Garrafal error. Al terrorismo, se le gana haciendo consenso con todos los grandes    países alejados. A Al Qaeda se le combate siendo sincero y auténtico con los líderes de, Rusia, China, Pakistán, Irán, India, y todos toditos los países. Pero, ésto, me temo que es para   Obama, "rebajarse". Parece que la búsqueda del "enemigo", que redimirá     el     dolor     patrio, se constituye en uno de sus únicos patrones o referentes actuativos. Y ahí, Obama yerra y de modo estrepitoso.
-CRASOS ERRORES-

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