lunes, 18 de febrero de 2013

- RAFA NADAL SIGUE VIVO -



Siete meses, siete. Siete eternos calvarios desde que el gran Rafa Nadal ganó su Roland Garros. A partir de ahí, su rodilla. Esa rodilla que cual talón de Aquiles persigue al héroe.
Duele la rodilla, se carga, no hay aparentes progresos, y Nadal decide cerrar todas las dudas y urgencias. Manda parar y renuncia a todo lo relevante. El gran campeón    llora    de   impotencia su adversidad, pero no se desmorona. La paciencia parece      amparar     su  inteligencia y practicidad especial. Si los médicos saben, será por algo. Que les den morcilla a las presiones mediáticas y del dinero. Su rodilla, merece el beso y el abrazo de sus cuidados. De sí mismo y corrección, dependerá que halle el camino siempre añorado de su Olimpo de la raqueta. Su grandeza deportiva y personal.
Las gentes, fruncen el ceño. Tarda demasiado este muchacho. Va a perder    cartel    y   convicción. Se está dejando. No pone prisa en volver. ¿Estará quemado? ...
Solo Rafa sabe lo que tiene. Y, es muy obediente. ¿Para qué jugar con dolor?, ¿para hacerles el culo gordo a otros? No. Sin rencor. Conciencia tranquila. Hay que esperar. Hay que ver cómo van evolucionando sus cuidados y obligaciones con su lesa articulación. No hay prisa. Ya ha demostrado y con creces lo que es capaz de hacer. Si no lo saben, que vean sus vídeos y repasen. Es lógico que no sea el número 1 ni el número 2 si no compite. Y ya conoce al gran Novak Djokovic. Todo el mundo se conoce aquí. El carisma del mallorquín sigue siendo el nomber one del planeta. Se sabe.
Rafa, disciplinado, paciente, desdramatizador, hombre joven, maduro, con aplomo, serenidad, sin quemarse, y pensando que es una pena pero que no es el diluvio universal ni el apocalipsis. Son, cosas que pasan a veces.
Poco a poco, le duele menos. Vamos a intentarlo. Los meses de descanso parecen sonreírle pero deja atrás el Open de Australia. Si lo juega, puede hacerse daño. El año que viene.
Tierra batida. Ahora, sí. Primero, Viña del Mar. Y luego, Sao Paulo. Rivales de menos entidad, pero rivales al fin y al cabo. Aquí, el más tonto hace relojes.
Lo que pasa es que hay algo natural en Súper Rafa. Casi con olor a chándal, se planta en la primera final de Chile aunque no gane. Y una semana después, le gana la final de Sao Paulo al argentino Nalbandian. Admiración.
Aquí estamos ahora. España y Brazil se emocionan. Nadal gana tranquilo el primer set, y no va a las pelotas límites. Las deja pasar, y se genera una cierta curiosidad. Es cauteloso. No quiere que por una pelota en blando y en proceso de recuperación, se lastime. Ahora no toca dolor.
El argentino Nalbandian, se pone 3-0 en el segundo set. No es malo. Lo que le faltan a Nadal son partidos, sudores, endorfinas y momentos de curtirse, cuararse y exponer. Límites medios. Su objetivo es hacer fondo y sufrir. Perder estatismo, y romper a disfrutar. ¡Lo consigue! ...
Le da la vuelta al marcador, y desmoraliza al animoso y buen jugador de Argentina. Gana el segundo set, y la gente le mira embobada. ¡Ha vuelto! Está llegando. Es capaz de sobrevivir como un titán. Puede rehacerse como un fenómeno y volver a hacer puntos majestuosos. Sigue siendo muy enorme. El tenis está ahí.
Nadal está contento. Rafa muerde el trofeo, y pasa a la foto y emociona a la cámara. También Brazil se emociona y se parece mucho al público español. Todos le queremos mucho. Sin euforias, que hay que esperar al azar de la recuperación definitiva. Por eso Nadal    es  ejemplar. Toca suelo y realidad. Cautela y seriedad. alardes, los imprescindibles. Si todo va como se espera, ya vendrá el "Chacal" y la pista de granito. ¡Vamos, Rafa, vamos!
-LA NAVE, VA-

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