viernes, 14 de marzo de 2014

- YOKO Y ATSUO EN LAS FALLAS -



Sí, chic@s. Ya somos amigos fuertes. Cuando vinimos a Valencia procedentes de Fukuoka que es nuestra tierra, teníamos alguna idea de lo que eran las Fallas de Valencia. ¡¡Ah, perdonad!! Me presentaré. Soy Yoko, tengo veinticinco años, y apenas conocía a Atsuo. Hasta que el otro día, mi héroe me salvó, ja,ja, ja, ja, ja ... Sí. Él lo hizo.
Porque mis amigas estaban perdidas tras terminar la gran mascletá. Pero yo estaba un poco aturdida, y eso que estoy acostumbrada a las multitudes. Pero claro, no conozco Valencia, es el extranjero, y te pones nerviosa y tal. Y ahí apareció mi Atsuo ...
Y Atsuo me calmó y me orientó, y me dijo que ya conocía las Fallas y que esto era así. Me llevó hasta un lugar más tranquilo y me hizo reír. Hacía demasiado tiempo que un hombre no me hacía divertirme tanto.
Me volvió loca de alegría. Comimos buñuelos de calabaza y bebimos horchata, fuimos a ver todos los monumentos falleros, y también al Mercado Central, y las Torres de Serranos y a las de Quart, y la Lonja, y cuando sonó mi móvil no hicimos ni caso. Me limité a mandar un escueto mensaje a mi mejor amiga. Decía así: "¡Dejadnos tranquilos! Estoy con Atsuo y quiero desconectar. Ya nos vemos mañana. Os llamo. Besos del Japón" ...
Atsuo se rió mucho con mi ocurrencia. Y me enseñó la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, y el Oceanográfico, y el impresionante río seco del Turia, y allí sobre el césped verde nos dimos un beso. Y va Atsuo y tras darme séis besos más, se levanta y le dice a una chica valenciana que nos hiciera por favor nuestra primera foto más que amigos fuertes. Es increíble todo esto, ja, ja, ja, ja ...
Atsuo es mi sueño ahora. Mi sueño en las Fallas. Lo que pasa es que yo tengo miedo a los ruídos y a los petardos, y él se aprovecha para hacerse el machote. Y ve cómo cierro los ojos para escapar del ruído de dichos petardos. Y hace unas horas que me ha sorprendido otra vez. Sí. Se llama la calle Convento Jerusalén. Hay una falla enorme. Y alguien tiró un petardo que casi me agrieta las medias. Y yo me revolví nerviosa, y cuando estaba a punto de tirarle mi genio y mi protesta, Atsuo me ha levantado en volandas ante mi sorpresa y la risa de todos. ¡Qué vergüenza feliz me ha hecho pasar! Y va y se ha empeñado en que yo tirase un petardo y ...
- No, Atsuo. Me gustas, pero no. Yo no tiro ningún petardo ...
- ¡Te quiero, Yoko! Lo tengo claro en el corazón. De modo que, ¡mira ésto que tengo en la mano! ...
- Ya veo, Atsuo. Pero, ¿que vas a hacer con ese petardo?... ¡¡Yo también te quiero!! ...
Le besé hasta la glotis y la gente siguió de broma y apludiendo el amor. Estos valencianos están locos y son increíbles. Todo el mundo es libre y habla fuerte, y se lo pasan bomba, y se ponen unos blusones prácticos, y las falleras llevan unos trajes que molan cantidad. Son distintos y llamativos. De veras ...
¡Conseguido! Mi Atsuo se ha salido con la suya. Me ha cogido de la mano y entre los dos hemos tirado el petardo: ¡Pooooommm! Nos hemos reído, y yo toda asustada y feliz. ¡Sí! ...
Y por la nohe hemos visto el Castillo de fuegos artificiales en la Alameda, y luego en la playa de la Malvarrosa le he dicho a Atsuo que yo también le quiero y que es lo más grande que nunca me ha pasado. Y se me ha olvidado mandarles mensajes a mis amigas. Esta mañana me han llamado desde Fukuoka. Mis padres, claro. Estaban preocupados, pero al oírme tan feliz me los he quitado en seguida de encima. No pasa nada, papis ...
- Atsuo, ¿esta falla se llama Nou Campanar? Es grandísima, ¿eh? ...
- Sí, Yoko. Y tú también eres maravillosa. Que se sepa, my love.
¡VENID A LAS FALLAS!

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