sábado, 29 de marzo de 2014

- CINE= "DALLAS BUYERS CLUB". -



El Rodeo. La fiesta de la América ancestral y profunda. El tiempo de raíz que nunca cambia. Como la propia vida.
Ron Woodroof será mujeriego, follador, drogadicto, alcohólico, electrecista, y apasionado por su fiesta del Rodeo. Es su mundo y su vida de drama que digiere como buenamente las cosas se le dan a entender. Vive y pugna desde ese caballo cabrón y mágico que te tirará. Pero antes deberán pasar muchas cosas para quedar descabalgado definitivamente.
Ron es y vive al estilo castizo de un cowboy. Y va y le dicen los matasanos que tiene el sida y que le queda un mes de vida.
No puede creerlo. ¿Se acaba todo este negocio de repente? Y entonces su supervivencia le ayuda a imaginar otros caminos y otras posibilidades. Y dentro del drama acude a la desesperada a la vida, y quiere negarse a no discutir otros senderos que regatear puedan a la guadaña.
Homófobo feroz, Ron se siente castigado. Pero también se da cuenta de que el AZT que le ofrecen en el hospital no acaba de convencerle. Sí. Todo será un puto y sucio negocio. Un club o una sociedad paralela que no busca humanidad sino beneficios económicos.
Ron es duro y batallador. Todo un afamado bravo del Oeste, y hará lo posible por desmarcarse de las líneas oficialistas que por nuestro bien nos llevan a la muerte indiferente y quieren que justificada.
Ron Woodroof prueba a otras cosas. A mezclar, a ser ilegal, a jugársela porque ve que poco tiene que perder, y sobre todo a cuestionárselo todo. Es vital para él y para su situación el menear la palmera y no creer más que en lo que experimenta.
Y por eso decide ser libre para desobedecer. Y va y no se muere en ese plazo fatídico del mes anunciado. Eso es que en el mundo bebé de puto VIH pasan cosas constantes. Deben caer los estigmas y las trampas. Los "maricas" acabarán siendo para él mucho menos rechazables. A quien no va a tragar es a los que no son honestos. A la gran industria que le excluye y elimina. Ésos si serán sus maricas y hasta sus cabrones enemigos.
Siempre en Ron la fiesta de su Rodeo. Busca y hurga. Tiene suerte, y es listo y perspicaz. Su mundo es duro y necesario para combatir las adversidades. Viaja y descubre otros métodos. Sigue sin morirse. Sigue sobreviviendo y no se viene abajo. Pero los nuevos estigmatizados y apestados sociales van cayendo entre las letales ramas del puto money. Decide hacer su club de desahuciados. Él también pondrá negocio y reglas del juego a la gran mentira institucional y mercader de ajedrez.
Lucha y porfía. Quiebra certezas y verdades. Otros métodos y fármacos siempre son encontrables y posibles. El Gobierno le arrea y le ataca. Pero él es vaquero y de Texas, y peleará siempre. Aunque parezca un pueblerino de barriada quemada, o aunque todos los aunques. La idea es la del coraje potente de quien nunca se va a rendir.
Sensacional Mattew Mc Conaughey en el papel de Ron Woodroof, y formidable el de Jared Leto en el de un tranx que acaba siendo la secretaria de su club de desahuciados que sobreviven. Óscar de Hollywood para los dos actores.
El vaquero Ron. Delgado como una realidad, enfermo extremo, decidido a luchar entre las derrotas, impresionando por la sencillez de su arrojo. Una caracterización realmente prodigiosa. Su cuerpo y mirada desnudan y desconciertan. Casi es un ser de carne y hueso. Magistral Mc Conaughey. Su muerte deberá esperar bastante. Y otros desahuciados menos bravos lo pasarán peor y más definitivo. Ron Woodroof es un irreductible entre su mundo aparentemente menor. Extraordinario, y maravillosamente menor.
-Y TREMENDAMENTE HUMANO-

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