Ya me conocéis el genio que tengo y la justicia que Dios me ha dado. Oye, mis prontos. Y eso que mi Lourdes me dice que me calme y que a veces los buenos principios no son los mejores. Mi gordi, siempre ayudando ...
Pero lo que no hay derecho es a madrugar para ver estas cosas. Y ahora todas las redes sociales echan el humo. Para humo, ¡que vivan las Fallas de Valencia que a nadie pueden defraudar! ...
Sí. Madrugar en domingo es cruel y marca los sacrificios. Si los días cotidianos ya son duros, en domingo se hace cuesta de montaña. Y hasta cresta abrupta. Pero si te dicen que empiezan en Australia los coche y que esta vez el Ferrari de Alonso ya va bien, se hace lo que se tenga que hacer y se levanta uno y hasta con orgullo y convicción.
Me decía mi Lourdes que no me fuera a esas horas de la cama, porque a ella le gusta meterme sus pómulos en mi pecho calentito. Y yo la he mentido y la he dicho que iba a poner la tele porque iban a hacer una gran cosa. Una, me callo ...
Porque lo que he visto ha sido otro jarro de agua fría. ¡Mentira! ¡Todo mentira! Por eso las redes sociales escupen fiasco de indignación y vienen cargaditas. Es cierto que son las Antípodas y allí es de día cuando aquí es de noche, o viceversa. Que todo últimamente va al revés y por abajo, y que los husos horarios son los que son, y o lo tragas o lo dejas.
Oye, mucha agua, poco ruído de motor, y lo mismo de siempre de los últimos años con otros protagonistas triunfadores. ¡A dos velas seguimos! Los locutores con cara de póker y hablando de Darwin y de que los coches aún están en evolución, y que todo es muy prematuro y tal. Pero el alemán Rosberg iba lanzado y ha ganado con la gorra. Poca evolución. Pero el pobrecico de opciones Fernando Alonso, ha tenido que volver a torcer el morro. Se ve que sus técnicos deben ser solo unos teóricos o que no tienen el dinero que se precisa para estar ahí y ser competitivos y demostrarlo.
¡Un timo! Mis pensamientos son recientes y están movidos y enervados. Esos de Ferrari juegan al boliche con Alonso. Le pagan y pactan. Se conforman con que salga ahí a kilómetros de los ganadores, y nos quedamos todos los quintos y con la cara agria en un domingo robado de sueño. Por lo menos hubieran jugado a las dos de la tarde como es habitual, y nos permitieran dormir tranquilamente como manda la tradición dominical.
Te dan ganas de enrabiarte y de decirles las cosas. Para lo visto, más vale por lo menos que a Alonso le hubieran dado un Seat 600, o un Citröen 2 caballos de la época de los sesenta. Porque eso es lo que llevaba a los mandos en aquella época un español para ir tirando, e incluso para inciarse en las carreteras de los pueblos para hacer el senderismo y ver los paisajes. Un triunfador.
¡Estoy muy enfadadao! Me gustan los coches y no las excusas. Que no me vengan con que una mala mañana la tiene cualquiera, o que han sido los malos horarios, o que el campeonato es largo, o que unas veces se gana y otras se pierde. Me ha parecido ver en los que han dicho que todo va bien y que no pasa nada, a De Guindos, Rajoy, la Cospedal y hasta al Montoro. No hay brotes verdes en la Fórmula 1, y sí muchos millones de parados. Mucho listo es lo que hay. Y no se puede jugar con los sentimientos ni con las ilusiones de las criaturas a las que nos gustan los coches. Si las cosas van mal, se dicen. Y así me ahorro la madrugá. La única suerte que tengo es que mi Lourdes sigue en la cama. Y no se me ha enterado de nada la niña.
-MEJOR PARA ELLA-
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