martes, 11 de marzo de 2014

- 10 AÑOS DESDE LA BARBARIE DE MADRID -



El 11-M. El once de Marzo de 2004. La guadaña explosiva fue liberada en el metro de Madrid. España conocería su atentado más importante de la Historia. Como Nueva York o Londres. La Cruzada y el veneno yihadista sentía deseos de venganza. Por lo de Irak, o vaya usted a saber qué locura más. El mundo como cruzada religiosa. Los buenos y los malos. Hubo doscientos muertos y cientos de heridos. Y todavía hoy, diez años después, estamos todos en guardia. Sigue habiendo peligro de repeticiones y muchas alertas. Todo es preocupante y hasta nebuloso. Y no digamos, hoy, que es un nuevo día once de Marzo. Día español de las víctimas y de las emociones. Vaya para tod@s ell@s mi beso emocionado.
Mediáticamente, la retrospectiva alimenta de imágenes y de sensaciones de aquel horror. La tele multiplica las cosas y remueve los estómagos y los sucederes que no tienen marcha atrás. El morbo se une a la oportunidad del recuerdo. Las décadas son obligados referentes. Pero no sé si hablar mucho de ésto es bueno para alguien. Tengo más que serias dudas. Lo que importa es el presente y la paz. Que nunca más aparezca el sobresalto y el horror. Es lo único importante. Siempre, la paz ...
Mi 11-M fue desde Valencia y en la distancia. Oía la radio, y creo que Iñaki Gabilondo todavía estaba, y entonces todo era más rigor y más periodismo de verdad. Todo aconteció unos días antes de unas Elecciones Generales en España, las cuales las ganaría Zapatero.
Yo recuerdo que a mí me extrañaba mucho lo que pasaba. Porque todos decían que había sido ETA, pero a medida que la cifra de muertos crecía y crecía y se podía ver la enorme salvajada de las brutales y letales explosiones, empezó a olerme a chamusquina. ¿Estaba siendo ETA realmente? NO. Con mayúsculas. Pero nunca sospechábamos que tras la realidad brutal de las víctimas hubiese un contrapoder empeñado hasta el paroxismo en manipular dicha realidad. Gobernantes y periodistas sin escrúpulos, se habían empeñado en mentirnos. Temían que si se descubría que los autores de la matanza no habían sido los etarras, el Partido Popular perdiese las elecciones como por cierto así sucedió.
Una periodista americana le preguntó al portavoz gubernamental Ángel Acebes si se podía incluír la hipótesis del terrorismo yihadista, y el político la cortó de plano: ¡NO! Y resultó ser un SÍ como una casa. Un SÍ con las dos mayúsculas. Un terrible SÍ ...
Miedo a perder protagonismo. A perder el Poder. A perder presencia y mando. El entender que la verdad y la democracia debían ser exclusividad de ellos. Eso fue lo que le pasó al Partido Popular y a sus voceros mediáticos y de la prensa.
Pero lo más paranóico, todavía sigue vivo. Diez años más tarde, todavía hay periódicos que hablan de "zonas oscuras" y de que fue ETA. De que el Psoe manipuló o no sé qué las cosas, para así ganar las Elecciones aquellas.
Creo que ese es un punto actual de obligada reflexión, diez años después de la salvajada letal. Algunos periodistas y políticos han reculado. Van admitiendo que se pasaron cien pueblos. Pero el mal ya está hecho. La cagaron.
Otros, incluso, no aceptan la verdad y se lanzan al odio hacia todo lo que huela a socialista. Siguen dejándose llevar por la inercia de su estupidez. No han aprendido. En vez de unir y decir la realidad, se han dedicado y dedican a embrollar y a hacer daño y la puñeta.
Yo, diez años después de aquéllo, se lo pediría por las víctimas. Que, por todas ellas y ellos, reconocieran sus patrañas y que no debieron caer nunca en extraños odios ni en barriobajeras estrategias.
-BESOS DE PAZ PARA TOD@S-

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