domingo, 23 de marzo de 2014

- ADOLFO SUÁREZ, OPORTUNO Y CARISMÁTICO -



Se atrevió. Y lo consiguió. Porque a Adolfo Suárez no le cuadraba todo aquello del hipotético eterno postfranquismo. Suárez vio las cosas, y tomó muy arriesgadamente las decisiones. Con un par ...
Aprovechó que estaba bien arriba del Sistema de Franco, para llevar a cabo el reto. Porque eso de la España del blanco y negro, y de la dictadura, y de la no modernidad, chirriaba ante los demás. Así no podíamos ser casi nada. Ni nosotros, ni españoles lógicos, ni crecer más, ni europeos, ni absolutamente nada más que vanos nostálgicos de un atrás ya absurdo.
No era nada fácil osar en la pugna por la modificación y modernidad de este país. A Suárez le dieron todos y por bien diferentes razones, hostias hasta en el carnet de identidad. Pero el bello y carismático abulense de Cebreros, estaba convencido de la necesidad de mover y de revolucionar las cosas. De no quedarse ahí ...
No porque se sintiese un campeón demócrata acérrimo y todas estas cosas, sino porque Adolfo Suárez era muy sagaz, lógico y realista. Era moderno, de su tiempo auténtico, vitalista, testarudo, valiente y extremadamente normal. Guapo y activo. Consecuente con los vientos generales de su real época.
Se empeñó en darle color a este país. Y habló una y otra vez de realismos, de autenticidad, de novedades, de alegría, del respirar de las gentes y de sus deseos. Hasta que conectó con muchísim@s. Casi, con tod@s. Y esa fue su palanca de éxito. Los españoles no queríamos aquel rollo del franquismo sin futuro ni Franco. Los españoles queríamos nuevas cosas, y actualidad, y aperturas, y movilizaciones, y desahogarnos, y una nueva idea de la paz y hasta de la pax. Queríamos un jersey y unos pantalones nuevos, e ir a una nueva peluquería, y hablar mucho de lo que quisiéramos, y que todos los fuésemos todo.
Suárez sedujo como nadie, y se dió mucha más prisa que los demás. Se las ingenió con su juventud y logró consensos y pactos, y salieron de la clandestinidad todas las ideologías y las libertades. Supo hipnotizar a los radicalismos, y siguió lanzando su imán general de buen talante.
Fue más que hábil en aquella Transición y en la conquista de la Constitución Democrática de absolutamente tod@s, y logró ser convincente. Empujó y lideró su "Unión de Centro Democrátrico", y en un pispás y plenamente sexy ganó las primeras Elecciones Democráticas del tiempo reciente y actual.
Se dice que ganó por guapo y porque muchas mujeres también le votaron. Es una anécdota. Hombres y mujeres estaban de acuerdo con el "Kennedy" español. Catalanes, vascos, y hasta casi con los militares.
En aquella selva brutal y casi bebé de desconciertos y vértigos, se hizo y concretó la Democracia finalmente. A pesar de todo, y apartando suave y "suárezmente" todas las ramas y las rocas de los senderos antirrealidad, logró su objetivo. Cambiar la Nación y hacernos alzar el orgullo, y abrazar las ansiadas calles de la libertad y de los tiempos tan deseados.
Lo demás, es casi consecuencial. Le pegaron por todos los sitios, pero él ya había conseguido la victoria. Dimitió, hizo su CDS, y sin éxito se fue a su casa y dejó la política. Al más Grande de la reciente Historia política española, le nombraron Duque. Y le quisimos mucho casi todos. ¡A qué poca gente le cayó mal este titán tan joven y audaz! ...
El cruel alzheimer lo llevó a las actitudes del morbo y de la vida que llevas pero que no puedes conducir. Y toda España lloró entristecida su afección y su desmemoria. Porque le queríamos y siempre le tendremos que querer. Porque su arrojo y su lógica fue nuestro gran y común regalo. Nos llevó de la mano de la paz al camino del consenso y de los progresos.
¡VIVA POR SIEMPRE ADOLFO SUÁREZ!

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