martes, 4 de marzo de 2014

- SOY JOE BINAH, ¡GRACIAS, ESPANIA!. -



Sí. Melilla. Ceuta. Espania. España. El Barsa. Europa. La paz, el dinero y la libertad. ¡Viva la libertad! ¡Viva Espania! ¡Viva España! ¡Gracias a tod@s! ¡¡ Me siento libre!! ...
Sí. Porque soy Joe Binah y he conseguido la felicidad por la senda alcanzada y posible de ser libre. Porque se puede ser libre. Ya. Ya sé que tenéis muchas dificultades para entenderme. Pero yo soy de esa África de la que nunca nadie se acuerda. Vengo de la pobreza más brutal que nunca nadie imaginaréis. Soy negro y la vida es un día. Cuento mi vida desde el día a día. No quiero pensar demasiado, porque si me paro me muero.
Mi historia no es muy diferente a la de los miles de hermanos que cruzamos toda África en busca de una esperanza y de un tiempo feliz. Me pegaron de niño, nunca había padres y sí mucha muerte y machetes. Y metralletas, y guerra, y nada que comer. Decidí buscarme la vida huyendo de lo imposible. Porque en mi tierra no se puede ni se debe estar en esas condiciones. No tengo nada, no tenemos nada, no hay nada, no hubo nada, no habrá nada, nos roban, nos rechazan, nos violan, y nunca hay amor ni alegrías.
Solo veo el fútbol muy de vez en vez. Entre sobresalto y más susto, alguien tiene una antena de ésas, y entonces sale Espania, y los mejores jugadores, y Messi, y el dinero, y el Barsa, y la gente está tranquilamente sentada viendo un gran partido comiéndose unos suculentos bocadillos. Y comen más cuando llegan a casa, y tienen muchos coches, y tienen paz, y no hay guerras, y está el progreso y el futuro. ¡Ahí está todo! ...
Soy joven. Por eso estoy ya en el cielo y en el paraíso. Por éso me sorprende todo, y a la vez todo es muy lógico. Puedo correr como un atleta huyendo del terrible hambre y soñando con una felicidad, y una libertad, y una mujer, y una escuela, y un nuevo baile, y un nuevo olor y un nuevo mundo.
Mentalmente tengo mucho que digerir ante todo lo nuevo que ahora vendrá. Es otra cultura. Porque la puerta de la libertad es un paso mental y goloso que también está lleno de peligros y de excesos. Perdonad mi alegría. ¡No somos malos sino auténticos!
Yo crucé ríos y problemas, y me defendí contra hombres malos y sin escrúpulos. Y un día descansé y miré hacia adelante. Allá al fondo estaba la libertad. Corrí solo unos cuantos kilómetros, al ritmo fuerte de la alegría. Y divisé la valla alta y peligrosa llena de cuchillas, que me herían el cuerpo por todos los sitios.
Pero peor herida era la idea del nunca ser libre. Y vencí la valla y gané el partido. Soy feliz. Todo esto me llena de gozo. No solo no me han matado ni he caído, sino que estoy y sigo vivo. ¡Gracias al Cielo! ...
Me importa un pito eso de la crisis y de las condiciones limitadas. Porque yo siento que esto es mi paraíso y mi felicidad. Nunca será África sola y deprimida. Esto es Darwin y la supervivencia. Muchos hermanos han intentado dar el paso y el salto hacia la libertad, y han perdido la vida y toda la esperanza.
Por eso quiero quizás en vano que me entendáis. Que, tratéis de comprenderme. Tengo motivos. Vengo de un mundo que es como si no existiera y en donde no hay el más mínimo oxígeno para respirar la paz y la libertad.
Por eso venimos. Porque creo y creemos en la justicia y en la dignidad. Porque al otro lado de la nada estáis vosotras y vosotros.
¡GRACIAS Y VIVA ESPANIA!

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