viernes, 10 de junio de 2011

- TEATRO DE SUEÑOS -



Luces, actores, música, arte, palabras, ternura, todos tus sueños desbordados y en libertad. Teatro lleno de efectos especiales para el unido corazón. Sueño de focos  y     de     sofocos  enamorados. Evasión y relax. Reflexión eterna.
Payaso majestuoso en el escenario. Gestos chinescos bajo el cómplice aura de la creatividad. Te sales del guión, y haces casi lo que te da la gana aunque finjas. Sé un eterno infante. Lo mereces.
Sí, eterno actor. Eres capaz de ponerte en el lugar de los sentimientos de los otros,  y   de  cantarnos tu eterna canción de sorpresa y de amistad.
Sí, sueño de teatro. Teatro de sueños, ilusiones, caminos, confianzas y esperanzas.   Brillos  necesarios de exhuberancia y amor. Halo generoso que llegas al sentimiento, a través de  la palabra y de la postura. Estallido de aplauso que me sorprende hasta a mí. Sorpréndeme,  actor. Muéveme, cómico de la legua. Transpórtame a otros mundos,   a   otros paraísos  y universos de playa de coco y sin que yo mueva el culo de la butaca. Como en una magia  de eterno arcoiris.
Lo estás haciendo muy bien, puro teatro. Humo embriagador con calma de niño que nunca  contamina, sino que sabe a chocolate de broma y de sabor dulce.
Nariz roja y zapato grande y raído. Gústame y hazme feliz. Tiende tu ropa   al   calor   del desnudo de un aforo con sentimientos humanos. Eres más revolucionario    que    el      gran guerrillero montaraz. Tus giros, tus arabescos, son docentes y enseñantes. He aprendido esta noche mucho gracias a tí.
Sí, niña que tú sabes. Niña llamada amistad compartida. Niña que nació en la montaña del sentimiento y de la piedad. En la cumbre misma de tu amistad femenina. Hoy   he  querido  escribir toda la magia del teatro para tí. Soñaré contigo ...
Teatro. Lo tuyo es puro amor sin edad. Monologuista entusiasta, joven, con tesón y laborioso. Destellos de pluma de Ave Fénix. Cuéntame lo que te dé la gana, bufón. Me    lo   creo  todo. Necesito creérmelo todo. Me alimento de sueños, de hondura, de seres imaginados en  el  trópico excitante de mi fibra abierta y entregada. Y, sobre todo, déjame aplaudirte. Déjame hacer música expresiva a través del impacto rítmico y espontáneo de mis dos manos.
-DESDE LOS LABIOS DE UNA SONRISA-

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