- TE LO DEBÍA, "AMIC" -

Os confieso que no le conocía de nada. Ni le conozco. Mi relación   con    este   hombre    es únicamente, virtual. De ordenador y de chat.
Todo empezó en uno de los chats que suelo frecuentar. Poco a poco, empezó a notarse una cierta y extraña sintonía entre el Mago, y un hombre burgalés criado en Madrid, y que reside en mi Valencia. Pero no es que resida en mi ciudad, sino que yo creo que es un valenciano más. Habla perfectamente mi idioma cuna, y gusta de nuestra idiosincrasia y sentido    del humor autóctono.
Ayer me ayudó a registrar mi "nik" en el chat. Pero él sabe que este escrito no va por la cosa coyuntural de ayer. Que, hay algo mucho más real que las meras anécdotas.
Fijaros cómo son a veces las cosas. Este amigo chatero, está en las antípodas de mi pensar político e ideológico. Pero, bien que en las antípodas. En cambio, eso no es óbice para que nazca una afinidad que está ahí. Aceptación mutua y cordial.
Confieso que hace meses, me sorprendió. Soltó en el chat, que una persona que cuenta lo que yo, debía de haber sobrevivido o pasado por un infierno, y que estar ahí tenía mérito. Sí. ¿Cómo era posible que alguien tan aparentemente distinto, feliz, familiar y padrazo, hubiera intuído y aceptado mis penosas credenciales de presentación? Ciertamente, el afecto y  el respeto siempre son un misterio. ¿O, no? ...
El "amic" del chat; el amigo del que os hablo, ha sido testigo de mis actuaciones en dicho foro virtual, y algo se ha movido en su interior. Se ha conmovido.
Ha sabido desbrozar esa jungla que es el chat, y ha mantenido y mantiene conmigo   una simpatía admirativa. Me dice que soy de los mejores chateros porque animo el cotarro cuando anda soso, saca su niño interior y juega a colocar una risa en forma    de     muñeco virtual, guardando silencio cuando ve que me tiran chuzos de punta, se transforma   en  "anónimo" en momentos oportunos, y nunca pierde la idea de que al Mago hay que darle caña y empujones, pero de los buenos y con el debido respeto.
A veces me pica y me hurga, pero es para saber por dónde salgo; para probar a templar mis nervios. Me anima a ser yo, a no dejarme avasallar, y a mostrar mi peculiar personalidad sin temores ni condicionantes.
Como tiene buen corazón, yo quería desde este modesto blog,-aunque sé que no le gustan las loas y que prefiere la discreción-, dedicarle unas pequeñas frases de agradecimiento por ser como es conmigo.
Pero, que sepas, que hemos de seguir arreándonos y dándonos caña, y que de Versalles las justas, ¿ein?, ¿ein? ¡Pues, que me entere yo!
-JI, JI, JI, JI, JI -

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