Noche de olas y de magia, noche adolescente y de sueños bisoños. Noche de crecer y de meiga, alba de arena.
Hogueras en la playa, restos de sudor, toallas de mar en las paredes de tu piel, oscuridad de estrellas socializadas entre juventud eterna. Niños enormes jugando a sí mism@s.
La Malvarrosa, San Juan, cualquier playa cerca del mar. Tradición de aquelarres en unos labios libertinos y procativos. Noche de porros y de tí. Magos. Hadas de supermercado, videntes, cartomantes, hechiceros y vaqueros pringados de ilusión. Futuro, y música disco.
Demonios de la risa, charlas en círculo, pagana tú entre mis ojos admirados.Tesoro encendido, camino de tus chanclas en flor, déjame tus zapatos, me pongo tu ropa, ahí tienes la mía, ¿eres piscis o virgo?, ¿sagitario o libra?, hablemos de lo que nos dé la gana, nuestros padres se alejan y ya no pueden vernos. Dame un beso en esta noche de San Juan.
Trébol de cuatro hojas, estrellas de mar, sandalias de pescador de gestos heterodoxos. Adivíname mi futuro hippie, y cuéntame todo mi devenir y cerca de todos mis amigos.
Coro social. Quítate éso, y yo prometo no decirle nada a nadie. Ni siquiera, que me gustas y que lo sabes.
Perfumes de esoterismo, humo de incienso de diablo enamorado, maga de escote y rímel, sirena encantada que camina hacia la orilla en busca de mí. Te quiero.
Hechizo de espejo que mola, viva la luna, esto es un cuento maravilloso que no debo olvidar, trae el bocata, y la bebida de mayor, y la goma que sujeta nuestro pelo casi invisible entre los nubarrrones de la magia del ciclo del verano. Baños de inicio.
Amuleto de tí, amor sin tiempo, brujos capaces de diluír a una estrella de rock, alegría desmedida y excesiva pero necesaria. Mírame a los ojos y dame por fin tu pico. Sé que besas bien.
No sé quién eres y me gusta. Lo mejor de esta noche es que casi nada es real y que todo son risas del crecer. No amanezcas todavía, y duérmete a mi lado por primera vez antes de que salga ese sol de siempre y de calor. Verano.
Suéñame, hada. Hazme todo lo que quieras, léeme las manos y masajea mis cervicales. Déjame verte el tatoo y el piercing, y dime todo aquello que nunca jamás te atreverías a decirme. Seamos nosotros mismos en una isla perdida y nocturna.
Miedo de risa, zombie hermosísimo, tetas finalmente liberadas del bikini, tsunami de hormonas, unisex de misterio y color. Quiéreme siempre, y protégeme. Que el azar derrote a los malos augurios, y que mi adolescencia se parezca a tí.
-SIEMPRE SAN JUAN-
0 comentarios:
Publicar un comentario