No quería en un principio escribir sobre ella. Es muy celosa de su intimidad. Y hace bien. Pero, finalmente, voy a evocar en este escrito, mi relación virtual y chateril con una mujer que se apodaba "Leve".
Eran mis inicios en un chat. ¿Qué sería una chat?, ¿por qué intercambiarían frases entre sí, gentes que no se conocían de nada, y que además eran o podían ser de provincias lejanas?
Pensé, que era mejor no preguntar demasiado por la irracionalidad aparente de un chat. De modo, que allá que me lancé con mi apodo de u84--mago y poeta. Sí. Este fue mi apodo inicial. En las extintas salas de chat del diario español "El Mundo", nació el Mago. Y de entre todas las salas, elegí una al azar. La sala "agua". Por cierto, que ojalá pudieran volverse a abrir las citadas salas. ¿Por qué , no?
El Mago, era terrible. Muy incómodo. Yo, era libre en aquellas añoradas salas. El humor corrosivo del Mago, estaba al alcance de la comprensión de bien pocos. El Mago era audaz, preguntón, y tremendamente travieso. Un tanto acaparador, y con unos imparables deseos de liderazgo. Y un absoluto bisoño en esto de los chats. ¡Un desastre!
Recuerdo a "Leve", la cual tenía muchas más tablas que yo en todo este invento virtual. "Leve" era asturiana de cuna, y residía con su familia en Zaragoza. Al principio, me caía mal, y mis excesos imparables y muchas veces inadecuados, hacían que Leve y el Mago no se llevaran del todo bien. Más bien, mal...
En la relación virtual entre yo y "Leve", hubo muchos altibajos. Y recuerdo los diálogos chispeantes que nos cruzábamos a gran velocidad. Yo, valenciano y socarrón, acuñé una frase que acabó siendo un referente afectivo y simpático entre nosotros. Le daba al teclado y escribía casi de repente: "Leve y yo, somos como dos líneas paralelas, destinadas a no encontrarse o cruzarse jamás"... O algo así.
"Leve" era coqueta, presumida, conservadora, madraza, con mando, y tremendamente vital. Y a pesar de nuestros encontronazos, nos fuimos cogiendo un respeto de afecto. Porque, Leve, captó bastante bien el humor y la psicología del mago, y acabó aceptándome con respeto y hasta con consideración y agrado.
Y como a ella le gusta pintar, pues de vez en cuando me manda por correo alguna de sus obras. Sí. Reconozco que la he cogido afecto. Y que me gustaría volver atrás en el tiempo, y que volvieran las salas de chat del mundo, y las oscuras golondrinas, y hasta toda mi tierna bisoñez. Pardillo.
Sé que "Leve" es feliz. Y que siempre está ahí. Y que me recuerda con chispeante sonrisa, y que no se toma a mal mis audacias porque sabe más o menos hasta dónde el Mago puede llegar. Intuitiva.
Quizás ya no me leas, "Leve", pero si todavía lo haces, quiero agradecerte todo aquel tiempo de vida y sonrisa que me diste, aunque fuera virtual y todo éso. Y te prometo seguir haciendo de las mías, y caminando por terrenos funambulistas. Porque sabes que soy así y que no lo puedo evitar,¿ok?
- ¡UN MAR DE BESOS, "LEVE"! -
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