No lo entiendo, Alejandro. ¿Dónde quedó nuestro amor? Sí. No digas nada. Porque tú, me pegas. Me has pegado,me pegas, y me seguirás pegando si no reacciono y te denuncio, y tomo la protección necesaria. Que ya he reaccionado, y tengo protección, ¿sabes? ¡Ya!...
Sí. Ya lo sé todo de tí. Que nunca has entendido nada. Que me decías que me amabas como al Cielo, y que por éso nos casábamos. Pero yo no sabía que eras así. Estaba embobada por el amor idealizado y hasta real que yo sí que te tenía, y hasta llegué a pensar que las primeras veces que me chillabas y a toda hora, solo eran tus momentos de nerviosismo y de estrés, y que en la medida que nos acostumbráramos a acoplarnos a nuestra nueva y recién estrenada casa de marido y mujer, te serenarías, y la cosa podría funcionar. Qué boba fuí.
Te lo aguanté todo,¿sabes, Alejandro? Después de los gritos vinieron las primeras bofetadas. Al principio, amagos y alardes de furia, y luego sabes que auténticos guantazos. Por aquel entonces, te perdoné. Aunque nunca te lo puedas creer. Ahora, ya no te perdono nada.
Tuvimos a Iris, y luego a Vanessita. Pero no cambiaste. Aquello no cambió las cosas. Seguiste maltratándome y faltándome todo el respeto. Me llamabas puta, incluso delante de las chiquillas, las cuales se retorcían inquietas y llorosas ante tu desaforada violencia. Pero, ¿qué demonios te hice yo, si entonces te quería con toda mi alma, Alejandro? ¡Joderrr!
Sabes que estoy llorando. Y que la última gran paliza que me diste la he resistido sin males mayores, por el único azar de que soy fuerte, y que no acertaste a darme con la saña que querías, y porque soy boba, y porque llamé a la policía, y porque vino la policía a tiempo y se te llevó. O, si no, me matas y delante de las nenas,¡canalla!
¡Búscate a otra mujer y déjame en paz! Olvídate de que alguna vez estuve en el mundo, y te jodes porque el amor lo rompiste tú por bestia. No me das lástima, salvaje. Tu Mati lucha por ser una Mati libre. ¡A ver si te vas enterando! Mati ya no es ni será tu Mati. Olvídate.
Me dicen en el Centro de mujeres maltratadas en el que estoy, que el lunes sales de la cárcel y que quieres volver para hacerme daño. Pero, ¡que sepas que no tengo miedo, pedazo de canalla, y que hay mucha gente que te vigila para que no vuelvas a atacarme. ¡Ruín!
-ÁNIMOS A TODAS LAS MUJERES QUE SUFREN VIOLENCIA MACHISTA-
0 comentarios:
Publicar un comentario