martes, 13 de julio de 2010

- LA SUBSTANCIA -

Génesis extraña. Rompecabezas para los científicos osados y necesarios. Dentro del gen y de la sangre hay algo viscoso y maléfico por letal. Lo antivida, lo devorador de la paz del sano contrato vital, juguetea y se aparece a las personas. Llámalo cáncer.
Espíritu burlón y escurridizo, mutante y presente, que emana como si el espíritu del diablo jugase al maquiavélico ajedrez. La substancia viscosa y mala, trata de condicionar los sosiegos. Dicen que todo es de una falta de coordinación entre la felicidad personal y el pacto vital. Que uno enferma de cáncer cuando enloquece su sistema defensivo, y entonces el mal mutante y sin vacuna que no sea la prisa de su detección, se pone y se pone a devorar como una sucia piraña y con todas las malas intenciones del mundo.
Sí. La substancia letal juega a la mutación, al caño al bien, al desconcierto en el laboratorio, y al raje de la moral. Dicen las brujas y los santos, que si te desmoronas, el puto cáncer se crece y arrasa demoledor lo que pilla. Pero que si decides plantarle cara, al mal que apasiona a la Ciencia sana y amable, entonces el mecanismo fatal y mutante, suele pedir tablas o perder para siempre la partida de su visibilidad.
En efecto, el cuerpo parece levantarse y se pone serio y en guardia. El cáncer se coge el método, y se pone a matarte las fichas del ajedrez, pero entonces tú también le matas muchas fichas. Y el mal de este tiempo ve obstáculos. Y mueve lentamente ahora sus piezas estratégicas, para no perder la absurda y real lid a un tiempo.
Materia extraña en la sangre y en la célula, cirujanos nerviosos y actuativos, radiología exploradora, quimio que te deja mirando amablemente para Segovia, y aspecto demacrado y meditabundo. Much0 dolor.
Todo pasa. Como en una gran tormenta. Por ahora la iniciativa parece pertenecer a la letal substancia. Pero todo es cosa de tiempo. El hombre ha sobrevivido a todas las malignas y enfermizas mutaciones adversas, y espera agazapado a lanzar su contraataque definitivo y mediático. Y entonces, el placer de la vida volverá a sosegarse como en una consagrada vacación. El cáncer, se irá a la mierda de la derrota. Y no hace falta ser mago para intuírlo.
-DEDICADO A QUIENES LO PADECEN-

2 comentarios:

Publicar un comentario