martes, 5 de octubre de 2010

- ¿QUIÉN SERÁ ?

La veo todos los días caminando por mi barriada. De hecho, es más que posible que viva en mi misma calle. Debe andar más cerca de los sesenta años que de los cincuenta. Y, sin duda, es para mí una mujer extraña. Inaudita. Llaman la atención dos cosas en esta mujer. Lo primero es, que posee un cuerpo realmente bellísimo y espectacular. Y lo segundo, es, que se la ve siempre con poca compañía. Por las mañanas lleva a quienes deben ser sus nietos a un colegio religioso cercano, y allá sobre las cinco o cinco y media de la tarde vuelve de nuevo a recogerles... ¿Quién será? Su cara no es la de una mujer extremadamente bella. De cara, es normal, a pesar del tremendo maquillaje que usa, y de su pelo impecablemente preparado para estar sexy. La dama, camina muy lentamente por las calles de mi barriada. Y por si no fuera suficiente con su extrema y voluptusa belleza, es muy coqueta y lleva siempre tanto en verano como en el invierno, ropa de realce. Ropa sexy. Sus piernas, son en extremo torneadas y bellísimas. Si no fuera por su edad real, parecería que tiene exactamente el físico de una modelo de treinta años. Viste, marcando paquete. Realzando. Se pone unas minifaldas que quitan el hipo. Y en invierno, unas medias realmente arrebatadores que sus minifaldas permiten ver bien ampliamente. Da lo mismo para ella que sean las nueve de la mañana, que las cinco de la tarde. Nunca viste discreta. Recuerdo, que hace unos meses, un joven audaz la abordó y la invitó a tomar café. Ella, aceptó seguramente halagada de que su gran belleza animara incluso a chicos tan jóvenes como el que refiero. Y supo así complacer los deseos del jovencito. Lógicamente, no puedo ni debo especular acerca de hasta dónde llegaría su encuentro pactado. Ellos sabrán... Creo sinceramente que esta mujer no es una puta de lujo, a pesar de que tiene en principio todas las papeletas para serlo. Si fuese puta, su actitud no sería la de una mujer orgullosa como lo es su porte un tanto beatífico. O, sería, más abierta por las calles con la gente, a la caza de potenciales clientes... Qué extraño. Reconozco, que, cuando la veo, me turba tanta belleza junta y de exhibición evidente. Ella sabe que me gusta. Supongo que más de media barriada varonil, piensa en sexo cuando se topa con ella. Su contraste, genera una eléctrica atracción. ¿Quién será esta mujer que necesita reafirmar su espectacular belleza con ropas de adolescente rompedora y eterna? Es para mí un misterio. No tengo ni idea de quién será. Pero os aseguro que todos los días camina lentamente por la calle, quitando el hipo a los hombres que se encuentran con tamaña y femenina beldad. Su belleza, es extrañamente excitante.No tiene edad. - ¡FIU, FIUUU! -

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