Salto de agua natural, charco pisado, canto de un jilguero, alarde de una soprano que agrieta un cristal. Música viva, música suelta y fresca, música deseosa, música de rama de árbol que se bambolea con el pentagrama del viento azaroso y potente. Música de playa y de garota, música de chica sonriente con cabello corto que tira bamboleando su samba y su swing. Música que dice demasiadas cosas.
Música libre, desnuda, aventurera, pizpireta y sorprendente. Música que contagia la alegría hasta a las piedras grises y anodinas. Son de la La Habana y Brazil, timbal de África y hasta de Radetzky, vals de las mariposas, y caricia de las caracolas imaginadas que bailan en enigma de misterio por tu trompa de Eustaquio.
Placer que se ríe y que hace que tu cuerpo se mueva mágico hacia las dimensiones gratificantes. Yoga de fusa, ojo de ángel, piel de mar convulso, trueno de percusión, rayo de vida, y discoteca pequeña encerrada en tu caja mágica de ninfa en flor. Música de amor inopinado. Dite música.
Música del todo y de mí, arabesco e invento, brazos al aire sin que nadie te lo diga, y cuerpo que meneas al sensual y picarón ritmo de tu libertad.
Música de tí, personalidad corpórea, color a arcoiris y a grito de gato, baile de zombies de Jacko, y nada de pensar demasiado en perfeccionismos. Saca lo mejor que tienes y diles a todos lo que eres capaz. Hazles ver que te mueves con aplomo y estilo, con gracia y sal, y que el gran Pérez Prado no anda tan lejos de tus dominios. ¡Mambo eterno!
Juega al rock y al atletismo, al baile de salón con aroma a perfumé demodé, sé maravillosamente cursi cantando lo que te venga, y no hagas caso jamás a las habladurías de los malditos y estáticos envidiosos. Pérfidos aburridos ...
Ritmo y tarantos, gira, mueve el pie, crea sobre el espacio nuevas formas y coreografías, y siente profundamente que únicamente juegas a pasarlo bien. Disfruta de tu expresividad, no te dejes nada por extraer de tu ingenio, vuelve a la chica de Ipanema, o refúgiate en la isla magna y romántica de Roberto Carlos.
Juega en coro, unifica y liga tu voz con los y las demás, pero nunca te aburras. Vístete de calavera o de impecable ejecutivo, y ponte a saltar, a sentir, a extrañar, o a hacer piruetas encima de una hamaca azul de la ya mítica playa de La Malvarrosa. Música de turismo y de verdad.
Copacabana y capoeira, jota aragonesa y hip hop, inventa, sigue, vamos, lánzate, pierde toda tu timidez y arroja todo tu rubor por la ventana de lo que ya no sirve. Atrévete.
Ríe, canta, baila, suelta, destensa, y trata de imitar a Elvis o a Sinatra, a Raphael o a Pablo Alborán, a Rihanna o a una nueva princesa del Grammy. Cris Aguilera o Beyoncé. Belleza.
Triunfa, sueña, sal de tu tedio y de tu mala leche, haz que el sol no importe o que el frío no sea ninguna excusa para que no seas feliz. Rebélate, dale un beso a tu cadencia, admite tus piernas y tus brazos, y dale un abrazo a la música por estar ahí y bien viva.
"Bemba" Cruz, Celia colorá, Rosanna, Bisbal, y quien te dé la gana con la libertad del mundo de tu ocio y de tu bienestar. Gusto en do, libertad en re, placer en mi, exceso en fa, autenticidad en sol, y todo tu triunfo en la. En la cara exultante de tu encanto.
-MÁGICO ENCANTO-
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