Sí. El Papa en Twitter. La modalidad de la rabiosa actualidad en el lenguaje moderno y cibernético, para incluír en él la versión católica del mensaje de Cristo y de su credo.
Uno de los valores más potentes y poderosos como es la máquina vaticana, aborda otro poder moderno y de ahora. El poder de Internet y de esa dinámica inmediata y de tren bala, como es el discurso bien poco matizado habitualmente que sale desde la pantalla de los ordenadores. El esquema limitado y abierto a un tiempo. El nuevo lenguaje.
Internet, es libertad. Una libertad fresca y escalofriante, casi más o bastante más que la vida cotidiana. La idea vaticana, es en principio bien acertada y astuta. Si todo el mundo utiliza este medio de Internet, ¿por qué no utilizarlo para la evangelización y la difusión de sus ideas?
La Iglesia de Roma no es una institución de carácter democrático, sino de jerarquía. Uno de los grandes retos a los que se enfrentan los creyentes y seguidores del gran Papa sucesor de Pedro, es a la confrontación general. La Iglesia dentro de Internet sale de las sacristías y de las iglesias, y se interna en unos terrenos diversos y privados, en donde el gran imperio de la libertad individual puede discrepar de sus discursos y no guardar ningún silencio.
Como sano ejercicio de aceptación, los creyentes se ponen a prueba de la visión de los no creyentes. El discurso católico, como el de las demás religiones, no puede aportar ciencia porque es de creencia y de fe. De modo que la idea de Benedicto XVI, es audaz y aventurera, en el sentido de su incursión e internamiento en el mundo de la realidad virtual, el cual está lleno de contrastes, desequilibrios, verdades individuales de muchísimos, y un gran magma de asertos de carácter bien particular.
Además, tratan de afianzarse con más o menos éxitos, los poderes de los Estados democrácticos y de sus reglas del juego. En general, la libertad ha de asociarse más con la Democracia que con lo que desprenden los diferentes credos. Hay más rigor y demostrabilidad. Muchos más poderes, se entremezclan y se suman en la marcha de la audacia católica. La de los movimientos indignados, que no aceptan ni van a aceptar así como así las reglas del juego establecidas. Se trata de un mundo paralelo, estoico y resistente. Muy vivo.
Asistimos a las grandes democracias en jaque y de papel, y los librepensadores lanzan sus dardos frente a la calavera democrática, o hacia la razón tradicional o teológica. En Internet suele recibir todo el mundo. Eso es la libertad. Todos pueden medir mejor o peor sus espacios, poner en solfa todas las verdades de los demás, e intentar darles todas las vueltas posibles y hasta imposibles.
El Mercado, también encuentra fallas e inseguridades en este mundo salvaje y a la vez maravilloso que es la vida en el ordenador. Si se considera que el poder mercader es que el marca los errores, los internautas le pueden atizar duro aunque sea desde el mero discurso.
Sí. El Papa en Twitter. El Santo Padre de los católicos avanza desde el camino de las máquinas supermodernas, para lanzar el discurso de su credo y tradición. ¿Es un error?, ¿un acierto? Lo que es, es una estrategia a la caza de almas a convertir. Tratar, de que su Dios navegue por entre las pantallas y las redes sociales, por al lado de piratas y otros Dioses, de avaros y estamentos democráticos, de gente loable, y de canallas sin escrúpulos. La gran botica humana.
Parece histórico el nuevo método de lenguaje humano de la teología actual en el catolicismo. Pero solo es una tinta o un idioma más. El ocio también puede ser sacristía o templo de conversión. La falta de vocaciones y las urgencias históricas, parecen imponer nuevos e inaplazables métodos y senderos. Twitter e Internet son caminos de hoy y de todos. El éxito o fracaso de la idea, se desprenderá del resultado final y global de la gran pugna entre miles de usuarios que pueden pensar distinto.
-ENTRE SÍ-
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