Lo peor que le puede pasar a este hombretón, es que tenga poltrona y poder. Y digo esto, porque sus ideas son en general favorables para los más necesitados.Loables. Pero sus formas, sus modos, su nulo sentido de la diplomacia, su chabacanería, y hasta su mucho de horterez, le descalifican por completo para hacer de él una radiografía positiva. No, señor Hugo. Usted ya no es un militar valeroso, sino el Presidente de Venezuela. Y cuando se es Presidente, todo debe cambiar. Y ya no valen entonces los revolucionarismos desde el Poder. Desde dicho poder, todo es más sencillo, más sin oposición, más ventajero e imparable. Cualquiera no dispone de la capacidad para gobernar una nación. Es una pena, decía antes. Porque Hugo Chávez es un hombre valiente. Tiene cosas del mito Fidel. Le habla sin miedo a los mismos Estados Unidos, o a quien él considera que hace daño a su país. Pero le puede la incontinencia emocional. Todos recordamos aquel acto, aquella cumbre iberoamericana, en la que Su Majestad el Rey, enfadado, le espetó que se callara delante de todos. Cuando yo veo en la tele al "gorila bueno", que es como yo hace tiempo decidí bautizarle para mí, siento entre una especie de hilaridad y a la vez de pena. Este hombre está desaprovechando mucho del terreno que ganó. Es el presidente democráticamente elegido por el pueblo de Venezuela, y se constituye absurdamente en telepredicador constante, desde su espacio mediático: "Aló Venezuela". Y desde allí, empieza a vocear contra todos sus adversarios como si fuera más un inmaduro adolescente que todo el Señor Presidente de una Nación. Lamentable. Y me sabe mal, porque tiene mucha razón de fondo. Su país es y ha sido un incesante ruído de sables, y amenazado siempre por la ideología del mercado y de los poderosos. Hugo Chávez es el presidente de los pobres y desfavorecidos de Venezuela, pero no sabe ni se propone ser el presidente de todos los venezolanos. Su cargo le viene grande, a pesar de que desea para los suyos una mejora de las condiciones. Pero no sabe conciliar. Está lleno de odio y de resentimiento hacia los que le arrean. No tiene cintura, ni utiliza la esgrima. No es tan patán como algunos desean que le veamos. Pero tiene en su propia persona, a uno de sus principales enemigos. Ojalá me equivoque, pero su falta de diplomacia y su ordinariez populachera, no le traerá a su República Bolivariana ni el desarrollo, ni la prosperidad que sin duda desea. Y lo más grave es que sus enemigos lo saben, y por eso le hacen más daño del que deberían. Porque en el fondo, Hugo Chávez es muy vulnerable. -ASÍ LE VEO-
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