Hace días que las venía observando.Me refiero a unas plantas que tengo en la zona de la casa que va a dar a las terrazas.Es el lugar más propicio para que se refugien y protejan del desolador impacto del Astro Rey,el cual se ceba con las especies más sensibles,y termina por secarlas.Por matarlas definitivamente.
En este refugio de la galería,y cuando llega Junio,meto los geranios al buen recaudo de la sombra permanente.Y este año,algunas calas,-que creo que se llaman lirios blancos-, he decidido rescatarlas del balcón,y experimentar con gran cariño con ellas en la zona de la sombra y del no viento amenazador de los tallos.
Como decía al principio,hace días que noté algo en estos tallos,-que se me habían ido a los 80 cms-,lo cual es un desmesurado medir para la mediana maceta que les da la raíz y la tierra.Sí.Hace unos días,la Naturaleza me mandó un nuevo mensaje.Yo,que la única idea que tengo de las plantas procede de su mera aunque reiterada observación,sentí que las calas me decían algo.Algo nuevo.Que las ayudara.
Fué un lenguaje auténtico.De esos que nunca pueden ser verbales ,sino relajados, naturales , lógicos y llenos de vitalidad a un tiempo.
Sentí que debía de actuar.Los nuevos y cachorros tallos,comenzaban a emerger y a gran velocidad.Estas plantas notan el fresco y las sombras del otoño con el ojo agudo de un científico riguroso.
Me sabía mal actuar sobre los 80 cms.Pero la parte de abajo de las plantas me pedía paso.Me estaban diciendo que cortara y eliminara definitivamente los tallos enormes y maduros del año pasado.
Y yo escuché a los niños brotes que crecían.Y con gran cuidado,abrí.Corté los agarres que había instalado entre los ya añejos tallos,temiendo al principio romper las plantas y perder el centro de gravedad de su impulso renacedor.Temor vano.
Corté las ligas,se desequilibraron algo,pero era inevitable.Tiré siguiendo linealmente del trazado de dichos tallos,y logré llegar a la base de la maceta.Hice tirón de nuevo,y casi me saltaron.Estaban deseando morir.Descansar.Los tallos antiguos ya lo habían dado todo, y se sentían obstruidores e ineficaces para el proceso vital.Cargas.
Saqué los enormes tallos con facilidad,y nada pasó.Magia.Nada malo.Lo que había hecho era,lo natural.El motor de propulsión de los nuevos y bisoños tallos,iba a recuperar todo el sosiego,el vigor y el oxígeno.Y yo sé que el año que viene y por estas fechas,crecerán todavía más.
-ME LO DICEN LAS PLANTAS-
2 comentarios:
Hola, mago... Un saludo cordial a todas tus seguidoras. Hoy por tí, mañana por mí. Quería indagar sobre los aspectos parasicológicos que te unen con las plantas, pues tu fervor hacia ellas me hacen reconsiderar aspectos de la botánica que creí superados por los manuales al uso, tales como los tratamientos fitosanitarios, nutrición y exposición a la luz...
Sé, mago, que hay hombres que susurran a los caballos, que traducen el lenguaje de los cetáceos, que comprenden la estructura atómica de la pirita -en esto no me voy a meter-, que se comunican..., pero cuando veo mi jar, pues no llega a jardín, sufrir mi desapego y sobrevivir a mi pesar, es decir, cuando veo que el reino vegetal pasa de mí no puedo por menos que sentir un enorme vacío. ¿Que he hecho yo mal para que esos extraños seres me ignoren, para que cuando falla la pila de la electroválvula del riego por goteo y pasa una semana, dos, un mes, por mi ausencia, desidia o incompetencia, no se quejen, no me maldigan, habiten en el olvido y a pesar de todo fructifiquen, me den sus colores, sus olores, sus sabores -tengo dos higueras a medias con los pipis-?
¿Será mago, que las plantas, como las personas, necesitan cuidados, atenciones, ternura y que cuando estas faltan no por eso su generosidad decrece?
Esto que escribo, mago, no es más que una reflexión al hilo de tus experiencias maternales. Un arrebato de sinceridad ante el egoismo confeso de un tu atribulado chela, que chupa como Lazarillo de tu natural expresión, sin artificios, sencilla, y que nota como las personas que le rodean le quieren a pesar de su desidiosa ausencia y falta de cuidados...
Mago, déjate de presentaciones por vídeo al estilo Obama. Machado te lo agradecerá pues era de natural un hombre bueno en el buen sentido de la palabra y, además, viéndote me recuerdas...
Abrazos y saludos
Entre los seres vivos no hay el respeto
que sería de desear.Por eso quizás parezca
sorprenderme esa magia de complicidad que
se establece enntre las plantas y yo,amigo
Mangas.Es mi opinión.
Je,je,en cuanto a la presentación por vídeo,
no era cual Obama,hombre,ji,ji.Machado nunca
sabremos lo que habría hecho,pero me he
identificado con su poesía y la he cogido de
la mano para haceros un guiño.
Un fuerte abrazo,seguidor merengón!
Publicar un comentario