Es el mejor. El humor inteligente y descacharrante, ha vuelto a las pantallas de la Sexta Televisión. La Sexta. O, la "Secta", o lo que les dé la gana a todos los que decidan con grandeza e ironía el utilizar el humor.
Hablar de José Miguel Monzón "El Gran Wyoming", llena alegre mi escrito de libertad. Siempre, la libertad y la valentía. No hay mejor sentido del humor, que aquel que nos pueda llevar a romper moldes y barreras. Que es lo que hace El Wyoming, en su programa diario de El Intermedio.
Allá voy con el riesgo alegre y feliz de escribir tus cosas, hombre libre. Porque tú no dejas títere con cabeza. Nadie se salva. Todos, caen. Caen desde el imperio del humor y de tu inteligencia sutil y devastadora. ¡Cómico eterno! ...
Sí. Parece que da vértigo hablar y hacer humor, de lo que nos dé la gana. Gracias, maestro. Hombres religiosos, banqueros, frikies, estrellas del deporte establecido, líderes sociales , y cualquier mínimo postulado que se presente como aparentemente intocable. ¡Al suelo! Al suelo, desde la inteligencia y el desenfado. Al cielo, desde el santo y a la vez irreverente humor.
Oh, ojos saltones y feíllo con cara de cínico, que haces de cine el homo y el facha, y que gritas como nadie la palabra: ¡España! Wyoming del no guión y de lo imposible. Arrea caña. Dale duro a todo lo que suene a Poder. Y ni se te ocurra ponerte serio nunca. Que es lo que esperan los mediocres que te rechazan y atacan.
¡Sigue, Wyoming! Tu humor corrosivo le rompe los esquemas a la censura, busca la piel hermosa y seductora del sexo de la mujer inteligente, y juguetea con el esfuerzo del jefe y con la sumisión condicionada del obrero. ¿Normas?, ¿qué diantre son éso de las normas y de los guiones? Nada. No son nada. Todo lo previsible, solo puede ser continuidad y tedio. ¡Viva Honduras!, que diría Trillo. ¡Viva Carmen de Mairena! ...
La sorpresa será un error, un gesto humano que te resulta difícil ver, y toda la sátira y la ternura. Se puede ser libre en tiempos de crisis y de banca, de amenazas veladas contra el periodismo, y de ausencia de ingenio por verse como subversivo. Que les den.
Viva la subversión, Wyoming, y los homos, y las chavalas siempre maravillosas, y el aire que se lleva una sotana, o la voz impostada de una política cursi, o todo lo que pueda sonar a real.
¡Exacto, maestro! Nadie es, ni debe ser perfecto. Es, vital, sacar todos nuestros propios defectos, para poder así reírnos de nosotros mism@s. Arriba el defecto y hasta la deformidad. Adelante toda la heterodoxia y transgresión. Sin miedo, y con el humor letal de la navaja humana entre los dientes, hacia la batalla del amor y de la libertad. Sí, Wyoming. Ya estás aquí. Has vuelto y en Agosto. ¡Qué putada!
-YO QUIERO SER RICO COMO TÚ-
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