Andaba el otro día por los canales de la televisión, cuando en un impasse del partido de la Champions League de fútbol que jugaban el Valencia y el Chelsea, decidí pasar a otro canal, y ante mi sorpresa, me dí de bruces con algo realmente surrealista. Y, cuidado, que hay bastante material de ese estilo por escoger. Desgraciadamente.
Pero, oye, es que lo de los granjeros que buscaban esposa, era de risa, pero para no llorar. Degradante para la mujer, vergonzoso, y absolutamente inadmisible. Increíble.
El programa de marras, se llama "Granjero busca esposa". Pero el título, nada tenía que ver con la realidad. Veréis. El programa hace un cásting, y selecciona a unas cuantas decenas de mozas, y dispuestas a todo para agradar al granjero de turno seleccionado por el canal televisivo. Que por cierto, dicho canal es, Cuatro televisión.
Y cual ganado o carne fresca, las mujeres, luciendo sus más llamativos paquetes de vestimenta, se lanzaban literalmente en brazos de sus Romeos rurales. Vergonzoso.
Los granjeros paletos, saludaban incialmente a las mozas, y luego iban siguiendo las indicaciones de la presentadora rubia y picarona. Buena pájara también.
Las mujeres se insinuaban a las granjeros rurales, y les preguntaban si les gustaban. Una a una, hablaban con el paleto, y le decían que ella era la mejor y la que más le convenía, y la más fogosa, y que no se preocupara por las tareas domésticas, que eso sería cosa de ellas.
Desde luego, muy mal de cascos deben andar las citadas mozas, para degradarse cual ganado fresco a manos del mejor postor. A éllas, todo parecía darles igual. Lo estaban prostituyendo todo de sí mismas, con la excusa de la libertad y del humor del cachondeíto. Maldita la gracia.
Y los señores mozos, cual señores del medievo, tan complacidos con las ofertas, besándose y palpándose con éllas, decidiendo quiénes les gustaba más y quién menos, y que sólo les faltaba que les hiciesen una exhibición personal y privada de la danza de los siete velos. ¡Y no quiero dar ideas!...
No. Más allá de las risitas, y de las dificultades de los aldeanos para ligar, las relaciones en el siglo XXI ya no van por este sendero de gallinas y pastores pícaros.
Hablando en serio, este programa es impropio de un país desarrollado, zafio y machista. La mujer actual española, no es esa caterva de ocas desesperadas en busca del tonto del pueblo con posibles.
No. El dinero solo es transacción. Existen los sentimientos, el vivir y sentir cada día, la dignidad de la mujer, el respeto del varón hacia ella, y todas estas cosas que creíamos más o menos superaditas.
Pero parece que algún espabilado de la tele, piensa que todavía se puede hacer negocio y ganar dinero, si nos antepone una España que afortunadamente, ya no existe.
¡A VER SI REACCIONAMOS!
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