martes, 6 de septiembre de 2011

- EL AMOR QUE NOS ENVUELVE -



Descuidada sobre mí, lanzas tus manos sobre la piel de mi cuerpo. Yo, amor, te tomo tus manos y las acaricio bien largamente. Sencillamente, eres maravillosa.
Ahi estás, encanto suave y mujer sobre mi confianza. Amadora de mí. Correspondiendo con tu libre voluntad de mujer, a ese amor enigmático que nos envuelve y hasta intriga. ¿Por qué nos queremos tanto, vida mía? ...
Nuestros cuerpos de amor invaden nuestros espacios personales, y todo es magia y un solo cuerpo de voluntad y hasta de persona. Tus pies, tus rodillas, tus piernas depiladas para tí y también para mí, esa hierba del prado que nos mira desde el puente de la envidia, y ese tipo con pinta de amargado que pone lascivia de derrotado en la contemplación de nuestros actos amorosos. Que sufra y le den al mirón.
Vuelvo a tí. Nunca me voy de tí y de tus ojos de luna, y admiro ese carmín de tus labios que me piden roce e intercambio de vitalidad. Tus palabras quedas, de balbuceo confiado y tierno, tus sonidos de afecto llenando los lóbulos de mis orejas de expectación, excitación y realidad.
Solo puedo decirte que eres mi chica, mi mujer, mi magia, mi todo, y hasta mi poco. Eres mi sueño y mi alba, mi rima y mi canto, mi pasión explosiva de pólvora alegre,   y    mi   sirena alcanzable de mar imaginado y posible.
Tus senos y mi torso. La libertad. Tu belleza y mi fuerza varonil. Eres guapísima porque eres la mujer que más quiero, y porque este aura de amor no me deja pensar de otro modo. Sí. Eres sexy, atractiva, especial, sin edad, y llena de encanto. Eres mi bien y mi regalo, mi razón de ser y soñar, y yo tengo el halago y la certeza de que a tí te pasa exactamente lo mismo.
Amor, yo te acepto a tí, y dialogamos, y nos marcamos proyectos de convivencia,   placer y realidad. Y te hago reír. Y me ríes embobada y coqueta, y yo       babeo      sanamente  tu satisfacción femenina y feliz.
A veces pienso que eres tanta mujer, que no te merezco. Pero tú siempre me dices que eso es injusto, y que yo te merezco más que ningún hombre en el universo.Te creo porque te quiero. Y tú me quieres porque me crees. Y todas nuestras viceversas.
Y entonces se pierde el tiempo, y pasan las horas y no nos damos cuenta, y la gente se pregunta que en dónde nos habremos metido, y comentan que nuestro amor mutuo es más evidente que el sol que sale todos los días al alba, o ese mar      que      el   cielo   convierte  engañosamente en color azul. Gracias quiero darte sin decírtelo. Tu mirada y la mía, se lo saben. Todo entre nosotros es amor. Y amor de verdad y apasionado. Amor de ternura  y envidia.
-DAME OTRO BESO-

4 comentarios:

Qué bonito...me gusta mucho la narrativa..
Besines mago....
Dulce de miel

Mil besos, Dulce. Pues seguiremos en el relato. Prometido.
Y mil besos por tu amabilidad y simpatía!
EL MAGO Y POETA!

Mago, muy romántico, aunque me gusta más tu prosa cuando hablas de otras cosas. Un besazo. gata de callejón

Aja, amiga Gata de Callejón. Tomo nota. Mil gracias por estar ahí y por seguirme. Y recibe un fuerte beso amical de EL MAGO.

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