lunes, 5 de septiembre de 2011

- SUDANDO EN EL MONTE ANGLIRU -



¿Dices que te gusta el ciclismo? Ya. Entonces eres un aficionado y has hecho tus pinitos por medio mundo, okey. Y me dices también que has subido al Mortirolo, al Stelvio, al Aubisque, al Zoncolan, e incluso al Tourmalet. ¡Enhorabuena entonces, muchacho!
Y, te premiaré. Te voy a enseñar un puerto de montaña español, mítico y asturiano, que  no conoces. Es el "Angliru", que suena al idioma bable. Pero, sobre todo, vamos a tener toda   la paciencia del mundo.
Vale. Bien. Ya hemos almorzado bien fuerte. Tenemos barritas energéticas y bidones de agua. Correcto. Y, vamos por partes. ¡A calentar! Para éllo, vamos a ir     subiendo     como  aperitivo el puerto del Cordal. Vamos allá. Bien, ¿no? No es el Angliru, hombre. "Solo" es el Cordal.
Sí. Sé lo que piensas. Que, será el Cordal o gaitas, pero que tiene unos porcentajes de morirse sobre la bici. El doce, el trece por ciento. No temas. No te preocupes. Quítale drama. ¿Ves?, ya hemos coronado. Ahora, vamos a bajar el Cordal, para enlazar con el Angliru.
¿Sigues asustado por las tremendas y peligrosas curvas que tiene el descenso del Cordal?  Tranquilízate. Relájate. Piensa que no estamos compitiendo en la Vuelta a España, ni nada. Que todo es felicidad y tiempo de deporte. Sí. No me mires así, bebe, y come algo.
¿Ves? Ésto, ya es la subida del Angliru, ¿preparado? Vale. Bien. Entonces no se te ocurra dar ni un solo acelerón. ¡Ni uno solo, o no llegas a la cumbre! ¡Siempre a ritmo! Promételo ...
No me mires con desconfianza. Tengo poderosas razones para advertírtelo. Siempre,    sin dramas. Solo estamos jugando a ser ciclistas. Exacto. Ya sé que los séis primeros kilómetros del Angliru no son nada especial. Que, los has vivido, centenares de veces. De acuerdo. Tienes razón. Pero, sé obediente. No te cebes, y no aceleres. ¡Siempre ve a ritmo! Y, perdona    la  insistencia.
Por ejemplo, ¿qué te parece ésto?, ¿que sudas a pesar de que hace frío hoy aquí? Es normal. Estás en porcentajes del veintitrés por ciento de desnivel. Sí, amigo. Esto es una pared. Déjate llevar por tus sensaciones. Serenidad mental, ¡venga!
Sí. Sé lo que piensas. Crees que no podrás. Y te embarga profundamente el deseo de poner pie a tierra, y dejar la bici. Y mandarla al carajo. Te comprendo perfectamente.
¡Sigue sudando, campeón! Sufre sobre la bici. No te desanimes. Son,   escasos   kilómetros  eternos. Sé que estás destrozado. Sé que aprietas los dientes y temes sucumbir. Pero sé que llevas raza en la sangre. El orgullo y el cerebro unidos en convicción, te van a ayudar. ¡Mira, acabas de coronar! ¿Qué te decía yo? ... Muerto, ¿eh?... Ja, ja, ja, ja...
Euforia, risas, asombro del bueno, alegría, etcétera. Estoy orgulloso de tí. Eres un verdadero deportista. Ahora toca presumir. Te duele todo, pero eres feliz.
- EL ANGLIRU, EN EL BOTE -

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