A Barcelona, y a Santiago. El Papa hará totalmente católica a la Sagrada Familia de Gaudí, y potenciará el Camino de Santiago como lugar y camino de fe. El papado. El Papa. Dios. El Vaticano. La televisión y los medios. La severidad policial en la seguridad. Masas. Expectación. Anuncios. El Papa, es magia. Da igual quién sea. Si polaco o de Suecia. Es el Papa. Emociones. Benedicto XVI. En realidad, El Poder siempre necesita desplazarse, moverse y hacerse vivo. Lo pastoral. Juan Pablo II tenía clarividencia en esta cuestión. Sin televisión y proyeccción, el Vaticano pierde mucha fuerza e influencia. Todas las confesiones la pierden sin lo mediático. Si no te ven, existes menos. De ahí la importancia de las visitas, del oropel o glamour, del "papamóvil", y de la presencia summa. Hay que estar ahí y dejarse ver. Lo visual, en el 2010, es básico. La Iglesia del Vaticano es una gran empresa de la fe y de las emociones. Es una empresa de su verdad y de su Dios. Y ve que otras religiones le ganan la partida o le restan distancia, como por ejemplo su cercano protestantismo. Y por éso es que reacciona. Y qué mejor forma de reaccionar, que hacer que su gran líder espiritual, viaje y haga o genere con su presencia la loor de las multitudes. Como empresa de fe, la Iglesia sabe que la proyección es su futuro o la posibilidad de su porvenir. La masa es una de sus grandes aliadas. La juntez. Cuando la Iglesia tenga más fieles, su rentabilidad y demografía quedarán saneadas y a salvo de otros grupos espirituales que le codean y compiten. Es cuestión de combatir sus puntos débiles: la pederastia, el acceso de la mujer a los puestos de poder, o la crisis de las vocaciones. Y una buena forma de combatir sus puntos de debate, es el aparecer en una gran ciudad, o en una gran vía, o en un gran abanico de televisiones, y decirle al mundo que están, y más vivos que nunca. La Iglesia no es de izquierdas. Es, de derechas. No sé si alguna vez fue de izquierdas, pero su posición contemporánea se detiene en elementos de creencia, liturgia o reflexión teológica. El Vaticano es riqueza, y Jesús andaba dicen que con frágiles vestiduras. El Dios cristiano aborrecía la Jerarquía y el Poder, y ahora todo es diferente. La única Iglesia de izquierdas, es la que se moja el culo todos los días como los misioneros en los países subdesarrollados, o en los propios países oficialmente desarrollados. La que actúa de forma práctica y tangible. La que se deja de liturgias y boatos, se arremanga, se llena de humildad y anonimato, y se juega el pellejo ante y con los que más sufren. Ahora, es crisis. Y mundial. Es un buen momento para darse a conocer. El Vaticano le da sosiego a un parado, emociones a un rico, y esperanza teológica a un desesperado. En crisis, se convence o evangeliza mejor. En crisis, todo parece más sencillo. Y también hay críticas. Y libertad. En Barcelona y en Santiago de Compostela hay gente que no traga al Papa ni a lo vaticanal. Pero las reglas del juego son las que son. El privilegio y la potencia de la empresa de la fe, siguen fuertes y activos. -EMOCIÓN Y TRADICIÓN-
2 comentarios:
Dios mediante, mago.
Anónimo pro Papa
Pues gracias por escribir, anónimo.
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