viernes, 26 de noviembre de 2010

- NAVIDAD MÍA -

Luces y sueños sombríos. Calles engalanadas de rojo satén. Lujo de brillo. Ilusión de la que no queda más remedio. Frío. Frío en todo ambiente y lugar. Navidad. Navidad de pobre y de crisis; turrón acaramelado de tus labios enhiestos.
Regalos y aleaciones de sentimientos compartidos. Noches de día en el Corte Inglés. Déjame soñar con que soy perfecto y que siempre me tendrás. Ha nacido un niño por nombre Jesús, y por idea, la fraternidad en lo más profundo de la historia de los humanitos. Y sale toda tu lencería femenina de pasión. Quiéreme ya.
Lista de Reyes Magos. Gordo de lotería de los euros que capa la crisis. Juega a jugar. Vuélveme niño y hazme el protagonista de tu videoconsola. Haz mentiras en mi nombre, y yo las haré siempre en el tuyo. Pero, dame un beso.
Doce uvas del año navideño. Sonido a copa de champagne o como se diga. Brindemos por todo un gran negocio de Disney, que a veces me vuelve triste y carente. Déjame soñar que lloro, y permite que llore en la realidad de mis adentros con la fuerza de un berrinche infantil. ¿Y si la vida de tus ojos bellos siempre continuara?
Nochebuena de pavo de relleno, pescadito modesto y sabroso a un tiempo, cordero asado con el recuerdo del amor y la gastronomía, y un muchito de carbón dulce y caprichos. Un sujetador rojo imaginado, tapando tu torso femenino y sensual.
Tristeza de soledad. Cartonero en el suelo tirado de frío. Excluído borracho sin remedio y como las ratas. En el medio de la calle del silencio. En lo más profundo de la nada y de la exclusión, dame un portal esperanzador de estrella y de amor. Y sigue besándome como una pantera maravillosa.
Ricos en los grandes restaurantes, corbatas implacables unidas al prestigio y al dinero. El papá está rico. Pídele lo que quieras al Tío Sam o a Rockefeller. Ellos tienen todos los dólares de nuestro destino. Y tú, todos mis abrazos. Amor.
La noche brillante y de película cae sobre el comercio de las grandes superficies. Sí. De esas que jamás van a cerrar. De esos sitios de papel y ambiente, del que en Enero bramarás escaldado tu miseria en el derroche parece que necesario. Y dame sobre mí tu colonia azul.
Navidad blanca y de frío, cine de baile y confetti, danza de amor y sexo, exceso en la carne de la aventura, dulzura tradicional y familiar. Uva duodécima que ya no te cabe, por lo glotón y raro que te pones. Felicítame por anticipado todo mi silencio y respeto. Guárdame en pequeños frasquitos de tesoro, como si fuera una aventura simpática e inolvidable. Y no se te olvide que nos hagamos tremendamente felices.
-TE QUIERO-

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