sábado, 21 de agosto de 2010

- DUDAS -

Folio en blanco. Y ahora toca llenarlo. Parece fácil. Pero hay que clavar la punta del lápiz sobre el papel, y a poder ser con algunas ideas. No será tan fácil como parece. Lo sé.
Imposible. Hoy estoy cansado. Tengo, hasta sueño. Me es imposible concentrarme en el escrito. Y, ¿para qué ésto? Es como si tuviera la obligación de escribir, y éso es mentira. No. No es cuestión de escribir por escribir. Hay que estar motivado, ¡joder!...
No y no. No lo voy a lograr. Ahí está el papel blanco e inmaculado, y mi boli en el paro y en las dudas. ¿Qué tema elegir?, ¿cuál gustará más?,¿cuál gustará menos?,¿apetecerá leer aquello que ni tan siquiera ha sido escrito?...
Cuando se te nubla la mente, lo mejor que puedes hacer es dejarlo y no escribir nada. Porque si te empeñas y empeñas en escribir y en forzar, nada vas a lograr y menos de calidad para la lectora o el lector.
Cuesta trabajo. Hace calor. ¡Coño, no apetece! Eso no es escribir. No me gusta esa palabra, ni esa frase, ni ese ritmo literario, y a todo le veo pegas. Me falta frescura. No subo los puertos de montaña literarios con la facilidad de otros días, y eso me dice que mi cuerpo no está hoy para alardes ni heroicidades emuladoras de los grandes maestros escribidores.
Escribir habrá sido una mala idea. Que la idea, era disfrutar escribiendo, y con el único afán de agradar y sorprender gratamente al lector. He sabido parar a tiempo. Contención literaria.
Esto es como ese gran montañero, el cual lo es precisamente porque se da cuenta de que las condiciones meteorológicas le indican que no debe actuar hasta que no tenga el color verde del semáforo de la sensatez. El montañero temerario es un montañero mediocre y suicida.
Y, volviendo a este escrito. ¡Anda, magia! Pero si casi está ya lleno el papel. Pero si no tenía fuerzas para escribir, o solo las justas. ¿Qué habrá sucedido?, ¿sería solo cansancio psicológico? Porque, si me doy cuenta, hasta me paso del folio previsto inicialmente...
Sí, y sí. Ya lo tengo. Solo era ansiedad. El ritmo ha sido bueno. Cuando me he quitado toda la presión, entonces el folio blanco se ha llenado de frases y de sentimientos.
Atrás ha quedado el folio blanco y amenazador. Ahora quien manda es el escrito sobre la hoja, y el escritor sobre dicho folio. Ha triunfado el espíritu,sobre el temor y la duda. Ha ganado la convicción. Pero, no obstante, no me fío. Y el día que me vuelva a pasar lo de hoy, lo postpongo. Es mejor para mí y para vosotr@s.
-SONRISAS MÁGICAS PARA TOD@S-

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