Ya vemos que los incendios parecen constituírse en una plaga interminable, la cual parece formar parte especialmente en el verano de nuestro paisaje cotidiano y desolador. En efecto, hay muchos factores que explican los tremendos incendios en la montaña.Está el provocado por el pirómano pagado, el del desesperado que desea un empleo con el producto de la barbarie para hacer casas o forrarse a costa de la nueva situación en que queda la tierra quemada,el enfermo mental que siente patológica fascinación ante el espectáculo magno y dantesco del fuego,la inadecuada repoblación de los bosques por ejemplo con pinos recurrentes cuyas piñas son o hacen efecto polvorín con su capacidad de estallar y de seguir generando más incendio en expansión y para la facilidad del fuego, el anbandono como que se tiene a la montaña en el invierno sin haberle quitado la broza y todos los elementos que contribuyen a una más y mayor propagación y generación del fuego, etc,etc. Pero este año,mientras yo veía en los medios la magnitud de las catástrofes,con muertos en personas ,y animales,y destrucción en general,mientras contemplaba impresionado tales imágenes,me ha venido una idea que me parece que es importante aunque triste destacarla,aunque sé que no es ninguna novedad y que está igualmente en la mente de mucha gente.Hablo sencillamente de la calor que hay en el ambiente. Hace un calor,brutal.En España se superan con enorme facilidad los 40 grados muchos días del verano.Lo que yo denomino,efecto horno.España es un horno.Apenas podemos salir a la calle y ya desde el mes de Junio las temperaturas son realmente crudas y severas.En Valencia, que es desde donde os escribo, ocurrió hace creo que dos jueves un acontecimiento histórico.Hacía doce años que no se alcanzaba la cota de calor que tal día superóse.Y ese mismo día,la Comunidad Valenciana registró incendios por doquier.Valencia se quemaba por el tremendo e insólito calor que la afectaba. El calor como factor de incendio.Cuando algo se calienta, y se sigue calentando, y continúa haciéndolo, entonces inevitablemente se prende fuego.Es el factor que yo destaco hoy.La lógica de los incendios al producirse las olas de calor, o sencillamente el calor sobre calor.El horno que convierte al lugar más aparentemente agradable,en una trampa de fuego.Es como el fuego natural.El que nadie puede provocar, porque se provoca solo. Es desoladora la idea.Ya lo sé.Porque ahí quizás poco podemos hacer.Es el cambio climático que extrema los fríos, los calores, las lluvias y los meteoros en general.Insisto,con el calor que hace aquí en España, lo raro sería que no hubieran pavorosos incendios.Me parece que el mero calor descomunal que nos acompaña y con el que vivimos, es un factor vital para que la masa forestal quede afectada y se convierta en semilla de fuego.Como todos los procesos de predesertización,mucho me temo que nuestro país está en esa terrible línea roja que nos separa levemente del Sahara, pero que mientras las temperaturas decidan no ceder en constancia y en intensidad vamos a tener que sufrir todos los veranos especialmente.Mientras las temperaturas no se estabilicen y moderen ,el Damocles del fuego terrible y devastador va a continuar ahí.Y ojalá me equivoque. -CAMBIO CLIMÁTICO-
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