Cuando las noticias del fin de semana bostezan en las ondas radiofónicas, de repente se hace una pausa y un inciso de media hora que lleva apretada un zurrón de carne de cultura y creatividad.
La "Hora Extra" de Ana Borderas nos llega a través de su voz recargada y apasionada, desde la que desmenuza lo cultural y nos propone viajes hacia dicha cultura. Es la voz decidida y potente de quien gusta de tomarnos de la mano y marcarnos una libertad que pasa por el libro, la pintura, la escultura, el teatro, y absolutamente todo lo que puedan imaginar.
Su acento es preparado y de convicción, lógico y audaz, de mujer de mundo rebelde contra los convencionalismos y los instantes previstos. Ana Borderas es la audacia en la realidad del decir y el hacer. Es la impulsora radiofónica y directora cultural hacia espacios vivos y más que universales. Selecta en las ondas.
La cultura. Esa palabra mágica que es más que importante en tiempos de practicidades, euros y ausencia de sorpresas.
Desde su micrófono de la Cadena SER, Ana, rápidamente, se pone en contacto con los protagonistas y corresponsales de los sucederes culturales y creativos que parecerían dirigirse a un público minoritario y nada masificado.
No es así. La voz femenina y firme de la Borderas, nos informa e interactúa para esa cosa real y concreta que es la libertad del artista. Y las mujeres hablan con su acento y femineidad de sus pasiones y de sus sueños. Y se descubre a seres humanos a los que les gusta lo que hacen y con una lenguaje especial. Mujeres de sugerencia y calor, varones entregados a la vorágine de su vocación y de su inquietud. Personajes difíciles, complejos, humanos, diversos, sutiles, eróticos, potentes, auténticos, soñadores y extremadamente vivos. Educados.
Fuerza y convicción, proyectos, exposiciones, libros recuperados, y bebés que nacen en creación con la fuerza de un manantial. Gente que se lo curra y que destaca sin querer, personalidades de adultos con orgullo que caminan desde sí mism@s, evocaciones de genios que se fueron, e irrupción de talentosos que seguro que saldrán desde el magma de su tenacidad.
Ana Banderas nos muestra que hay otros mundos que salen del corazón y del talento, y que están hechos por personas de sangre, carne y hueso. Que se puede hacer, que ha de hacerse, que se hace, que todo se renueva y recrea, se destaca y se selecciona, se expande y atrapa, se cae y vuelve a erguirse sin nostalgias ni complejos.
Esa es la fuerza de la verdad y de la voz de unas ondas necesarias en medio de tanta guerra y sin amor; en la mitad de las noticias de efectos especiales. En las tripas de la cotidianeidad también hay enormes lugares en los que es absolutamente necesario sumergirse y enamorarse con la fuerza de la adolescencia eterna. El puro oxígeno diverso y de tod@s.
Todo incluye. Todo cabe en un sitio siempre imprevisible y culto, selecto y destacado, trabajado y cuidado para que el oyente tenga el respeto y la información más rabiosa acerca de lo creativo que pasa y que lo tenemos más cerca de nosotras y nosotros de lo que podemos imaginar.
La cultura está en todos, en nuestros sueños, en nuestros juegos, en nuestros placeres y en nuestros cuerpos, en el universo de los sentimientos expresados desde la paz y la tolerancia. En nuestra humanidad.
Ana Borderas sabe que la cultura es la antítesis de la guerra y del encono. Que todo es civilización en cultura, y guiños y ganas de ser de verdad. Con pasión y sin excesivos remilgos.
¡HOLA, ANA!
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