viernes, 21 de febrero de 2014

- PACO GONZÁLEZ Y EL AFECTO -



Mi vida en la infancia fue la radio. Por circunstancias familiares de carencias básicas y hasta estructurales, mi tiempo primero fue aquella radiota grande y entrañable. La familia de la radio fue el complemento que me busqué para eludir una extraña y personal orfandad.
Paco González, el gran líder de Carrusel Deportivo de la SER, ahora en la Cadena Cope, recoge el guante del magazin deportivo de las tardes de los domingos que dejó mi paisano Vicente Marco. La radio es dinamismo y actualidad. Y pasión deportiva. Y en medio de esa pasión deportiva sale alguien que pone orden, y que propone un gran juego emocional y oportuno desde esa nuestra excusa nacional que es el fútbol. El director realista, al lado de un micrófono y de unos auriculares. Siempre la radio. Porque aún hoy, la radio es un medio cercano. Diferente a lo que fue, pero de fiar y más que real. Un refugio de verdades y de sucederes continuos. Una fábrica de vida.
Ya sabéis. La loca, y su compañero y compinche. Una mujer joven, que se había trastornado y acosaba proponiendo amor y locuras a Paco González. Porque hay mucha soledad, y a los pirados les gusta fabricarse personajes. Y entonces en la vida puede pasar de todo. Que se construyan fantasías de disparate y que se viva desde la vida de los demás. El riesgo.
Eso le afectó el otro día a la mujer y a la hija de Paco González. La loca y su compinche querían matar a la mujer de Paco. La ida, tenía a la mujer del popular locutor como una rival para sus deseos y estupideces. Y, afortunadamente, no mataron a su mujer y a su hija, de milagro. Un hombre que sabía defensa personal detuvo su auto y logró neutralizarles. Pudo haber muertes. Al final, solo heridos y un fenomenal susto. Quienes seguimos a todos los periodistas de deportes y a toda la familia periodística de la radio, nos sobrecogimos y pensamos en el dolor de Paco y de su familia. Que también es la de la quienes amamos el deporte y el encanto de las ondas.
Tras unos días jodido y con otras prioridades, Paco González volvió a tomar un micrófono para explicar brevemente cuanto le sucedió. Contó los hechos, y dio las gracias a tod@s. Estaba serio y emocionado. Pero Paco conoce la radio como pocos. Y sabe que la vida no debe esperar y que siempre la radio marca futuros, sorpresas y vanguardias. Actualidad y urgencias. Por éso, y tras hacer la reseña de su tremenda peripecia, abrió el espectro y dio paso al espectáculo. Le cedió el testigo a su amigo Pepe Domingo Castaño, y este empezó el show. Comenzó una nueva edición de "Tiempo de Juego" en la Cope.
Paco González quiso decir y dijo, que nunca más iba a hablar de lo sucedido. Que, ahora el tiempo decidirá y lamerá heridas, pero que lo mejor que ha de hacerse es seguir. Porque el oyente merece el respeto de la alegría y nunca el morbo de las vidas privadas.
El timonel de la radio deportiva, se puso el uniforme y todos a jugar y a vivir. Paco dio un nuevo ejemplo de cordura y de responsabilidad. De lógica pura y dura. Los sentimentalismos, para las telenovelas o los culebrones.
Ahora, el fútbol. Y los goles, y Manolo Lama, y Pepe Domingo, y Tomás Guasch, y Poli Rincón, y toda la gran familia de la radio en acción.
Ahora, los goles  y los Estadios, y las conexiones, y las risas, y los grandes megáfonos de vida, y la idea de que cada cual tiene su historia personal y sus peripecias. Que él, no se considera un dios de nada, sino un hombre joven, normal, corriente y hasta privilegiado.
Yo aprecio la valentía lógica y el rigor de Paco González, y su oportuno discurso. La radio es mi familia y me duermo escuchándoles todas las noches, con mis auriculares y mi pequeño transistor. Pero sé que la vida es lo cotidiano, lo obligatorio y la responsabilidad. Otra cosa, además de la distracción en el ocio.
Desde aqui todos los ánimos a Paco González y mis besos de afecto. Pero, sobre todo, mi afecto a la radio viva. A esa radio que informa e inventa, que propone y te hace juegos oportunos, y que sencillamente es profesión eterna.
-MI BESO ADMIRATIVO AL DIRECTOR-

0 comentarios:

Publicar un comentario