lunes, 6 de octubre de 2014

- CINE= "TORRENTE 5, MISIÓN EUROVEGAS". -



El ya entrañable payaso Torrente, nos muestra de nuevo cercanía en su última astracanada. Saca todos los instintos ibéricos más tabús, y los suelta como en una gran cagalera sin alivios de suero oral.
Su exceso es su excusa. Santiago Segura es quien lleva todo el peso de la última de sus exóticas y cañís torrentadas. Excusa es el robo, la trama argumental, o quién gane o pierda en sus historietas de cómic.
Lo que hay detrás de todo, es esa esa risa floja e irreverente. Esa cosa que conecta bien con la masividad de un pueblo al que también le encantaría poder ser tan payaso y libre como en sus películas del gran desmadre.
Todo ha de ser posible. Y si es más posible todavía, lo que más goloso sea y lo que más desordenadamente alcance a ser nuestro y nos guste.
Las mujeres cañón, el sexo sin tapujos, el machismo imperante, el atávico franquismo, el "mofarse" del discapacitado, el no obedecer, el ser cabezón y contrario, la obsesión desde la represión, el tiempo arcáico, y el echado siempre para adelante. Con dos cojones. Sintiéndonos todos superiores a los otros. Y vanidosos, y soltando los tacos que nos vengan a la boca, y saliéndonos de la edad, y asaltando con una sonrisa a todo lo seriote y aparentemente trascendental.
los chavalotes. Los amiguetes. Ese hablar chuleta y a la vez humanón que le hace a Segura rescatarnos a Pajares o la bella juventud del finado Tony Leblanc. Sus ídolos, sus "Farys", sus tics contagiosos, y su sello personal que al final acaba sorprendiendo hasta al mismo actor yankee Alec Baldwin.
Cataluña independiente, el futuro, las nuevas pesetas, sus ocurrencias, Pablo Iglesias o Iñaki Gabilondo. Hurgues y cameos. Pero por encima de todo, risa y libertad.
¡Ah! Y, acción. Se lleva la acción. Golpes, leches, hostias, polvos, castaños, buenos y malos, explosiones, policías y ladrones, la pasta, las tetas, las felaciones, las persecuciones, el "Jesusín" de Ubrique bastante sosote, huídas hasta en avión, acrobacias, chascos, y nuevas vueltas a empezar. Guión caótico y anecdótico. Porque lo único destacado y que se busca, es el interior de nuestras reacciones y de nuestros instintos más a la superficie o la vulnerabilidad. Como en los niños grandes.
Al final de la película se ve la gran excusa y los lugares eternos y comunes. El fútbol, las mujeres, la belleza, el placer y la duda. Si pudiéramos todos ser un poco el "Dioni" en Brazil...
Sí. La vida. El hedonismo por unos cuartos de hora, o los tebeos que nunca te dije, o el porno furtivo que nunca verás, o las cremitas en la playa de las chavalas de infarto, o la suerte inesperada de los aparentemente menores, y el deseo. Siempre el deseo de ese payaso nuestro y que nunca nos lo toquen. Como nuestro "Miliki" ahora de adultos que somos.
No hay que ir en serio a la sala. Hay que sonreír con ternura si a uno le apetece los excesos de Santiago el chavalote. De Segura el simpático que trata de no hacer ningún castañazo a nadie, y que es consciente de que su Torrente ya no debe tener ningún remedio y que ya está construído ha mucho y que es así. Oye, y al que no le guste, que no vaya ...
Cine siempre curioso el de Segura. Cine de pulsión y de nada serio. Españolada adrede para provocar hasta a los críticos puristas y feroces. Pero ya son muchos Torrentes y de la familia, y de los adolescentes que se ríen mucho, y de los taquillazos, y de la colaboración y aceptación de los otros mediáticos seres trascendentes e importantes.
-INCORREGIBLE, SEGURA-

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