miércoles, 16 de diciembre de 2020

- CINE= "NIEVA EN BENIDORM", DE I. COIXET. -

 



Vivir no ha de estar ligado al placer. La decepción, empero, no debe ser una flecha que indique que tu dolor todo lo ha de finalizar. Siempre el cine raro de Isabel Coixet puede y es creativo.

Y yo noto a la directora catalana, enfadada y con ganas de tomarse una pausa. Y ese oasis de la nada y del reality, puede ser ese Nueva York de rascacielos que hay en la Costa Blanca y que se llama Benidorm. Fetén lugar para estudios de sociología. Enclave de evasión.

Meteorología. Sin rayos ni truenos. Sin amenidad destacada en la previsión. Siempre es sol. Y a veces esto es un coñazo. Y a la vez, el motor para un gran evento turístico.

"Nieva en Benidorm" es el deseo de que hasta el imposible nevar, pueda tener magia o gancho. Coixet carga contra la banca y la aética, contra el horterismo y la importancia de llenar el tiempo caducado de la vida. ¡Oh, ese misterio que es Cronos! ...

Le cuesta a "Peter",-personaje interpretado por Timoty Spall-, comprobar que no es su hermano quien creía. No se veían hacía diez o doce años, y eso parece románticamente normal y excesivo. Le tiran del trabajo por mayor, y decide aventurear. Llega a Benidorm, pero allí tampoco está su hermano. Ha desaparecido. Pero la autoridad no parece ser lo que fue, y nadie se sorprende de la abulia o el escepticismo. Ahí, Coixet lanza el dardo a la atomización, al cinismo, y a la falta social del compromiso.

"Daniel", hermano de "Peter", no está. Se ha largado. Y "Peter" está pensativo, asombrado por el descubrimiento del nuevo mundo alicantino, y con peculiaridad y flema también descubre igualmente que ese sol tan bonito que domina su terraza le es tan molesto como insoportable. O, como sus molestias estomacales...

Benidorm es un gran enigma. Un recurrente de gente que decide emprender su ocaso como si nada grave sucediera. Benidorm es un hoyo de guiris y de fiestas locas y excesivas. Y un mundo o planeta,  en donde el dinero y la ambición generan tensas disputas. El sexo y el dinero.

A veces parece que  Isabel Coixet se detiene en Almodóvar, pero ella es también de hincarle el diente a los sentimientos mágicos aparentemente previsibles.

Siempre hay alguien intrigante, bello y desesperado. ¿Quién es "Alex"?,-papel que interpreta Sarita Choudhury-, ... ¿Quien regenta un negocio de diversión para turistas?, ¿Belleza?, ¿fracaso?, ¿desamor?, ¿desencantada y sin sonrisa?, ¿dura tipa de negocios? ...

Ve y pregúntale a "Alex". Cometerás un error. La vida no es tanto el preguntar como el decidir. El destino benidormí junta a "Peter" y a "Alex". Pero sin preguntas.

Ella le dice a él que no intente saber nada de ella. Ni del hermano de él, ni de casi de sí mismo. Porque a veces hay cosas que nunca se van a comprender ...

La directora de la peli explota la belleza de la madura y la del extraño y solitario protagonista. Y le da misterio a la mujer de la limpieza, la cual lanza el polvo a la bolsa del desecho. Limpiar apriorismos. Encontrar lugares nuevos. Internarse en un lugar masificado, para destacar el silencio y lo no concurrido y quieto.

En última instancia, Isabel Coixet huye del fatalismo. Y substituye el drama final de la muerte, por la sorpresa del tradicional y bonito the end. Se pone clásica. Y hasta soñadora. Y aparece el amor y el estar juntos. Y la apuesta por la expectativa natural del día a día y hasta el final.

En última instancia aparece lo bonito de la vida cabrona, y la paz y el relax. Las ilusiones responsables que se vivirán y concretarán en el futuro al menos ideado.

No es "La Librería", ni el mejor film de Coixet. Pero su sello y sus entrañas creativas la permiten de nuevo ser diferente y hasta jugar con los infiernos de la tristeza. 

-SIEMPRE EVITABLE TRISTEZA-

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