martes, 10 de septiembre de 2019

- CAMILO SUPER STAR -




Nacido en la maravillosa Alcoy, famosa por las fiestas de moros y cristianos. Me gusta la gente de pueblo porque no miente. Porque sus cosas no las edulcora con la pátina de la hipocresía tecnócrata capitalina.
Camilo Sesto. Gran voz. Siempre destacó en las corales de las iglesias. Siempre recuerdo su pelo ensortijado y su mirada interesante y siempre misteriosa. Nunca supimos de qué iba el gran Camilo Blanes. Un solitario genial y maravilloso, que saltó desde su "Algo de mí" a la totalidad del pleno estrellato, del cual nunca bajó ya. Es tan inolvidable como Nino Bravo, y fui mi ídolo de juventud. Batió todos los récords de éxito musical ayudado por dos factores. Por una voz descomunal y bellísima, y por una capacidad de escribir versos de sentimientos que hoy en día siguen poniendo los pelos de punta. También fue un fatalista contumaz.
Camilo, sería el éxito. Se consagró por completo y triunfó a escala mundial. Fue el mejor de su época y con diferencia. En España, ya no. Pero hoy en día, en algunos países de Latinoamérica se siguen escuchando a dario sus canciones, porque son himnos evidentes y potentes de una emocionalidad y de unos sentimientos que subyugan y atrapan.
Sí. Camilo dejó de ser un aspirante y se graduó completamente camino de su monarquía. Fue el rey de la música española muchísimos años. Y la llegada de la modernidad, le silenció.
Blanes decía que la música que se hace hoy es una mierda. Y yo comparto algo algo de esa contundente y arriesgada declaración. Efectivamente, aquellos sus años fueron de una brillantez y de una creatividad simpar. Lo que pasa es que esto son nuevos tiempos, y la percepción de lo musical ha cambiado, como también y drásticamente han cambiado los usos y las costumbres.
Camilo Sesto se hizo divo y triunfó en todas partes. Y más que merecidamente. Fue el puto amo, y él lo sabía. Por eso tiene riesgo que un chiquito de Alcoy llegue al Olimpo. Además los genios solo pueden serlo con rarezas, y sin duda que él lo fue. ¡Cuánto sentimiento y cuánta belleza en sus canciones! ¡Cuánta magnificencia! Todo, abrumador ...
Era un extravagante. Fue apasionante su vida porque se apartó de todo el convencionalismo y de todo lo esperado, e hizo cosas extrañas. Trataron en su ocaso de convertirle en un frikie, pero Camilo,-que era listo-, sacó la capa y supo lidiar como nadie a los burlones.
Y siguió su vida sin más. Hablando de uvas a peras con ese desencanto pasota de quien ya no espera mucho aún habiendo tenido poco. No se casó, tuvo un hijo, e hizo lo que más le agradó.
Es complicado saber por qué era así de extraño. De fatalote. De resaltar el desamor y lo imposible. De emocionarnos y de hacernos llorar y vibrar: "Vivir así es morir de amor ..."
Camilo fue un dios de artista y todo un personaje fuera y bien fuera de la farándula. Cantaba y se iba a su casa. Modesto y divo a un tiempo. Triunfador brutal y tristón a la vez. Pero nunca le oímos ni vimos quejarse de mucho. O, de nada. Vivió a la suya y dejó vivir.
Para mí ha sido lo más grande en música que le ha pasado a mi país. Y eso que no olvido a Nino Bravo o a Raphael o a Serrat, y a Mocedades o a Mecano, Sabina, Lola Flores, o mil ejemplos más que están en la mente de todos.
Yo me quedo con este chico extraño y maravillosamente sorprendente. Y con el París de Alcoy y del romanticismo genial. Y con sus letras de poeta prodigioso y descarnado, y con su voz magistral y de alarde.
D.E.P.

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