miércoles, 2 de julio de 2014

- PABLO IGLESIAS, PABLO IGLESIAS, PABLO IGLESIAS ... -



Es el política de moda. El  joven seductor y enfant terrible de España. El líder de la formación "Podemos". La gran esperanza blanca. Una especie de Felipe González del 82 con su Alfonso Guerra que se llama Juan Carlos Monedero. El otro día se mostró en el Parlamento de Bruselas.
A Pablo Iglesias le llueven los hachazos desde todas las latitudes y vertientes. Parece todo, ser el gran cagómetro y el nerviosismo. Desde todos los sectores de Poder,-al que Pablo llama con tino "casta"-, se le arrea y se le considera el causante de todos los males que al mundo acechan.
Es buena señal. La señal inicial de que existe y está. Es el reconocimiento hacia alguien que vuelve a ilusionar a la izquierda de verdad, y que impresiona por sus fortísimas convicciones. Habla con velocidad y contundencia, y lo mejor es que escucha y encaja las embestidades con la sonrisa y la calma. Sabe estar, a pesar de su impetuosidad y bisoñez.
Pablo Iglesias está en boca de todos. Su Partido nace desde la indignación y la irreductibilidad. Es la cara del 15-M, y sabe que la televisión hace partos y entierra cadáveres. Está ahí porque la gente no se fía del Psoe, y menos de Izquierda Unida. Y sorprende cuando afirma con ambición que quiere más y hasta una alternativa real de poder. No se conforma con ser un miembro más del pelotón. Parece un político tremendo y arrollador; sencillamente indignado con las reglas del juego neoliberal que campan sin mayores trabas por el Globo. La Globalización asocial.
Le dicen de todo. Menos de que se cargó a Kennedy o que corneó mortalmente al torero "Manolete", de todo le atizan. Es incómodo, les molesta, y le hacen contínuamente la zancadilla y la vida imposible.
Le acusan de ser chavista, de ser financiado por el comunismo, de mediar con ETA, y todas esas argucias de los mediocres e hipócritas que se apostan ante un río revuelto de golpes bajos anhelando botín facilón.
Es la época de las hostias. Gladiador tras gladiador, se plantan delante de él y empiezan a soltarle. Pablo, aguanta de momento en pie. El objetivo es tirarlo a la lona del modismo y consumirlo hasta sacarlo de la expectación general. Cansarlo, y que deje de ser la mosca cojonera que llaman utopía. Le dicen demagogo, sin proyectos, monstruo, izquierdoso, populista, cabrón, e hijo de tal. Todo lo imaginable ...
¿Aguantará Pablo Iglesias esta etapa de su crecer y florecer en política? La gente, ¿se cansará de "Podemos"? ...
Hay muchas personas y jóvenes, que le adoran. Le admiran su coraje y su valor, su labio valiente y al hígado; su introducir sus puyitas de humor incisivo. Hay muchas personas en la miseria  que le consideran un héroe. Porque, seguramente, lo es en los tiempos canallas que existen y son.
Solo los comicios y su actitud, dirán si ha llegado un nuevo as al olimpo desprestigiado de la política o si solo es un frikie fugaz. El tiempo lo dirá. Pero nadie puede dudar de que ahora es la estrella, el temible, el mejor, el que concita más que nadie la seducción y la esperanza, y el que está poniendo nerviosos a muchos de los que se consideran intocables. Un verdadero terremoto.
-QUE HACE MUCHA FALTA-

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