domingo, 22 de mayo de 2022

- YO NUNCA PODRÍA SER REY. -



Ni aunque me apellidase Borbón. Ni aunque fuese el mayor hijo varón del Rey. ¡Jamás! ¡Nunca! ...

Recuerdo que de pequeño me fascinaba esa figura. Reinar. Ese verbo era apasionante, mistérico, tradicional, pero escasamente filosófico. Sería una especie de ubicación entre Dios y los hombres. Y como también hurgué con afán en el concepto divino y sin el más mínimo éxito, entonces la idea de reinar me pareció una cosa de Disney, de los niños, de la magia, de la Tradición, del anacronismo, y de asuntos similares.

A Juan Carlos,-emérito Rey-, lo puso Franco en el interior de la Constitución. Se llama, "La Corona". Y además, es el Jefe de las Fuerzas Armadas. vamos, el que puede liarla con una guerra o tranquilizarnos con la paz. Dios, Patria y Rey, son elementos muy cercanos. Juan Carlos de Borbón deberá ser católico en Dios, y el número uno de todos los españoles... ¡Ni el dos ni el tres! ...

Creo que ser rey es una putada. Incluso, aunque no sea un rey medieval, tiene demasiados cabos sueltos para el debate y la polémica acerca del hecho monárquico. Y una de las trabas más gordas que para mí tiene ser rey, es ese invento de blindaje y permisividad absoluta, que se llama inviolabilidad. Eso es un fanatismo.

Si yo supiera que soy inviolable, estaría más que preocupado. Porque la pernada a mí me da vértigo. Imaginaos que me es concedido el poder de hacer lo que me dé la gana, y que haga el bien o el mal me saldré de rositas.

No me diréis, que eso no es una excesiva tentación. Y además, reinar debe ser un verdadero coñazo. Porque ya te pone en una libreta cuáles serán tus funciones y eso. Lo más parecido, sería algo así como un Superministro de Asuntos Exteriores, Interiores y Diplomáticos. Hacer buena cara y estar bien con todas y todos. Eso debe ser demoledor. Aunque haya que viajar mucho no puedes ser libre. En el fondo eres una Nación con piernas. Y eso es más arriesgado.

¿Inconvenientes de ser rey? Yo, necesito salir de casa mucho. No soy sedentario. Necesito mis espacios de soledad, y siendo rey me temo que de intimidad y sosiego, lo justo. ¡Siempre los escoltas ahí protegiéndome y condicionando mi libertad! ¡Insoportable! ...

De ahí, que algunos reyes o parientes de su sangre, se cansen de la disciplina y tengan una doble vida. Ya les pasó a Urdangarín o Marichalar. Hay que salir del corsé y que te pegue el aire.

Si eres rey, te asignan una fuerte cantidad de money. El padre campechano del actual rey Felipe,-serio y con barba-, tiene muchísimo más dinero que el que puede tener por asignación o por donaciones de fans. Tiene demasiada pasta, porque se ha aprovechado de su privilegio para hacerse con todo el pecunio que le ha dado la gana. Ha robado lo que no está en los escritos. Pero, en este momento, he de volver a esa lacra que es la inviolabilidad. Y entonces los jueces se ven impotentes, y deciden que no ha hecho nada malo, que puede ir y venir a España cuando quiera, y que aquí paz y después gloria.

Lo malo es que todos sabemos pensar. Y se nos dice, que Democracia e impunidad son términos irreconciliables por antitéticos. Que, el que la hace, la paga, vamos ... Y por la nefasta inviolabilidad puñetera y nefasta, la Democracia pierde entonces credibilidad y consistencia. No puede haber Democracia sólida, con tipos impunes a bordo. Es imposible conciliar los conceptos.

Incluso es jodido ser rey, porque apenas tocas techo. Y entonces vas y desacreditas y aflojas los tornillos a la seriedad y a la consistencia. Y todo se tambalea aunque algunos te jaleen. Los periodistas de la tele,-sobre todo los tertulianos-, hacen el ridículo tratando de justificar lo injustificable de Juan Carlos I, que es mucho. Y los del PP y los de VOX, y los monárquicos que no quieren ni oír a la sana crítica razonada. Lo dicho.

-SER REY PUEDE ASIMISMO SER UNA TERRIBLE DESGRACIA-

 

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