miércoles, 8 de abril de 2020

- NOS DEJÓ RADOMIR ANTIC -




No se puede echar un vistazo a los últimos años del fútbol español, sin encontrar al recientemente fallecido jugador y entrenador serbio, Radomir Antic.
Los primeros recuerdos que le tengo, es cuando le vi jugar de central en el Real Zaragoza. Le recuerdo como a un central elegante y mandador. Un tío con las ideas más que claras, y con una visión del fútbol de equipo, realmente admirable.
Y, después, la figura de Rado, se amplió, abrió, desarrolló, y se mostró con mucha más precisión. Fue uno de los tipos más apasionados por el fútbol que siempre recuerdo. Él era puro fútbol. Y el español. Ya de jugador, también partió a Inglaterra porque eso es sabor a fútbol, y al retirarse de jugador, lo último que iría a hacer sería alejarse de su enorme pasión.
Yo confieso que al principio no me gustaba su modo de ser. Un tanto arisco y demasiado rápido para todo. Quizás, porque como jugando al fútbol no me había parecido una figura destacadísima y además nunca logró hablar un español sin desprenderse del potente acento de su país, su discurso me sonaba a recurrente y hasta a oportunista. Pero con el paso de las temporadas, de los años, logré entender mucho mejor a Radomir. Y, ya. Y ya cuando comentaba los partidos, le escuchaba con fe sus relatos llenos de sabiduría inmediata. Era un lince. Se daba cuenta en seguida de las cosas. 
Sí. Radomir Antic se volcó con España. Y, sufrió la terrible y fratricida guerra de los Balcanes. Él se sentía yugoslavo. No solo serbio. No le gustó la partición en independencia de los demás pueblos eslavos que componían la Yugoslavia de Tito. Porque él creía en que la unión hace la fuerza y nunca el individualismo.
Fue un gran padre con los jugadores y un gran nostálgico. Era su mirada especial con esa impronta y con esa sonrisa entre contraída, divertida y preocupada a un tiempo.
Dicen quienes le conocieron personalmente, que en su vida privada fue un gran padrazo, un gran aglutinador, un tipo al que gustaba su vida familiar y para quien el fútbol era su gran cita ineludible. ¡Uno de los nuestros! ...
Logró un doblete histórico con el Atlético de Madrid,-Liga y Copa del Rey-, y esto le convirtió en un rojiblanco de leyenda. Y además, fijaos, fue un entrenador que dirigió igualmente al Real Madrid y al Barcelona. Algo tendría el agua cuando la bendecían ...
Sí. A Radomir Antic le gustaban los equipos. Sí. Como buen eslavo, le encantaba el fútbol bello, pero siempre que brotase de la fuente construída por once tipos corriendo y haciendo sus labores en defensa y en ataque. Tipos comprometidos con la concentración. Y si tenía a un panzer como Lubo Penev o a un artista como Milinko Pantic, miel sobre hojuelas. Pero, por encima de todo, un bloque. Esa era la idea troncal de Antic. Su filosofía.
Cuando en la radio aparecía,-era casi un comentarista de todos los partidos y de muchos años-, le gustaba ser incisivo y analítico. Hablaba rápido con ese acento inevitable suyo, y veía con precisión qué estaba sucediendo y los porqués, sobre el terreno de juego. Era como si se anticipara a lo que estaba por suceder.
Le agradezco a Radomir la compañía de su pasión, escuchándole por la radio. Era una referencia obligada, le gustaban los grandes acontecimientos, y que los campos de fútbol estuviesen llenos de público hasta la bandera. Todo debía ser intenso, apasionado, masivo y hasta visceral. Pero siempre debía oler a café de fútbol, a aroma de césped y de competición, a concreción, a unidad y buen entente. Cuando se acababa el partido, todos amigos nuevamente.
-SE HA IDO UN GRAN AMIGO DEL FÚTBOL-

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