domingo, 4 de junio de 2017

- LA CHAMPIONS MÁS TRANQUILA DEL REAL: 4-1 A LA JUVE. -



La Juve pagó la bisoñez. Demasiado blando. Demasiadas dudas y hasta demasiadas expectativas. Porque solo la Vecchia Signora aguantó la reivindicación y la igualdad en la primera parte y tras recuperar en empate un inicial gol del ganador Cristiano, el hombre del grito genialoide de tarzán de área. Decepcionante presencia general en el Estado Nacional de Cardiff. Se esperaba no solo muchísimo más de una squadra y una defensa inicialmente infranqueable, y al final falló prácticamente todo.
La segunda parte de la final de finales, de la Super Bowl del fútbol europeo y mundial, también es gran cacho de los éxitos y de los fracasos. La concentración ha de ser larga e intensa, y el fútbol es grande porque es cruel, majestuoso y excitante.
¡Doce Copas de Europa! El primer equipo que gana dos Champions consecutivas. Un equipo que no debe acomplejarse ante aquella insignia pionera que parió Santiago Bernabéu y que terminaba por Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskas y Gento. El Real Madrid de Pérez jugó relajado y con la sensación de seguridad. Con presencia y personalidad. Se vio incluso desde los primeros minutos de empuje juventino y con un fantástico y peleón Isco rompiendo los esquemas estratégicos con su enorme calidad.
El Madrid hacía intuír que no se iba a dejar impresionar por la joven y rutilante chica aspirante de la película. Para ello el alemán Kroose jugaba con frialdad y sin prisa, utilizando el cerebro sobre sus pases y parando ansiedades y anhelos bufos.
Y cuando el Real decidió pasar a campo contrario, subieron sus kíllers y boxeadores. Súper Cristiano les lanzó a la lona con un golpe bombardero de los suyos. Empató luego la Juve, pero no continuó. Entró entre nieblas y dudas, y facilitó mucho las cosas. Un rutilante y artista Marcelo taponó en un duelo brasileiro y espectacular toda la creatividad del potentísimo Dani Alves. Y con esa seguridad letal, la Juve comenzó a perder por k.o. cuando Casemiro soltó un zapatazo que cazó la red, que antecedió a otra acción definitiva de CR7 que dejó groggy al ayer solo aspirante modesto a ganar. El remate del cuarto gol encendió la llama del futuro del joven Marco Asensio.
Frescura y buena estrategia en la mágica mano de su entrenador simpático Zidane. Su flor ya es historia. Ha parado los gritos y los ímpetus,-como en la Liga nacional-, ha seguido infundiendo cloroformo de comprensión a los suyos, y los ases le han entendido sin traductores de ego.
Sobrado y rápido Sergio Ramos, capitán y referencia una vez más, veloz y ambicioso Carvajal en su duelo con Mandzukic, portentoso Marcelo en un partido soberbio que le consagra y le llena de madurez, imprescindible la brega de Casemiro, excelso Bezema,Cristiano aumentando su leyenda, y todos una máquina serena de tumbar y asustar.
El bloque lleno de gorilas del gol no fue la Juve sino el Real Madrid. La segunda parte fue toda una fiesta sobre el césped. Los aficionados del Real tienen ahora muchas cosas que euforizar y que felicitarse. Pueden fardar y presumir, y decir que son los mejores de la historia del fútbol, y todas las cosas que ellos quieran.
Ahora ser del Real es felicidad y relajarse, sonreír y soltar la emoción a carcajadas, y admirar la asombrosa serenidad del domador entrenador francés, y buscar la Cibeles, y volver al Estadio Bernabéu, y mirar con ironía a la preocupación azulgrana de una planificación surrealista y fou.
Esta final madridista y su the end feliz, le recuerda a un blanco vikingo del Real a las sensaciones de África del Sur y del gol de Iniesta, porque ahora no hay rivales y solo endorfinas. Son todos los sueños hechos puntería y realidad. Son los Reyes Magos a los que les ha subido la bolsa del IBEX-35.
¡¡¡ DOCE COPAS DE EUROPA !!! ...

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