martes, 25 de noviembre de 2014

- LA HERMOSA DECISIÓN -



Lo más hermoso no fue para mí el hecho de que la gente hiciese cosas raras con un aparato en la mano y mirando hacia abajo contínuamente. Sí. Ese nuevo lenguaje que aparece y que es el whatsapp. No. Eso no fue lo mejor.
Porque yo contemplaba la realidad de esa nueva revolución en la comunicación, con la venganza o el rechazo de mi indiferencia. Me daba todo aparentemente igual, y seguía malfuncionando con el teléfono fijo de casa y con la antigualla de móvil que adquirí y de prepago hacía años.
Los cambios son de tecnologías y de modos mercaderes. Pero es el tiempo de hoy, y nunca de los lamentos. En mi deseo de acercarme al pelotón del mundo y socializarme, aparecían unas ramas que debía ir quitando con la mano y unas piedras inevitables. Las resistencias y el nuevo tiempo.
¿Un teléfono nuevo y que se actúa desde la yema de mi dedo? ¡Caramba! ¡Si no he tenido una cosa así entre las manos en mi vida! ... ¡Vaya memez ahí con la cabeza abajo haciendo el chorra! ...
Bien. Es muy posible que sea así. Pero el presente es imparable y no tiene nostalgias. Avanza como un tren sin barreras. Y ya me había pasado dos veces que al llegar a la Escuela de Música me la había encontrado cerrada. Estaba al margen. Al no tener whatsapp mi móvil, no había sido informado y había hecho el largo viaje en balde ...
No. No es eso lo que trato de reflejar en este mi escrito personal. ¡No! Hay más. Mucho más. Porque he comenzado a aceptar todas las ramas y todos los obstáculos. Me he decidido. Voy allá hacia el pelotón de la actualidad. Me vencido los recelos y los apriorismos. Voy a tocar la superficie por mí mismo de mi nuevo planeta que voy descubriendo a través de mí. Y los otr@s pueden rodearme más, y yo estaré más en las cosas que van sucediendo, y me pondré al día, y no obviaré cosas que están. ¡Fuera quejas! ...
Me he decidido, sí. He reaccionado. No pienso lanzarme en los brazos del capitalismo de seducción. No se trata de éso. Sino en los brazos arriesgados y convenientes de aquello que me rodea y me ayuda.
Llegar tarde a las cosas, no es bueno. Nunca lo es. Pero lo peor es rezagarse cuando por circunstancias mi recorrido de atrás es mucho más duro y largo que el de la mayoría de los demás. Ahí está el mérito. En el superar lastres  y mirar sin rencor a las nuevas puertas que voy siendo capaz de abrir. El incorporarme a la vida es un hecho a celebrarme y a destacarme. Es mi progreso nuevo y mi tesón inteligente. Lo del whatsapp y lo digital es consecuencial de lo anterior. Me muevo y me sigo moviendo. Me voy posicionando y ubicándome mejor. No me ha dado gran miedo la decisión. La he tomado finalmente. Ha sido la hora.
Ahora, me armo de paciencia. Serán unos meses de paulatina adaptación y familiaridad con la tecnología nueva y con las novedosos hábitos y costumbres de la gente actual. Podré catar el vino y probar la carne, y decidir yo si me gustan y nunca ningún experto ajeno.
Mi yo se potencia y se aproxima a la verdadera realidad. Es el camino. Y yo no voy a obviar nunca los senderos ni los nuevos acentos y lenguajes. Sé o intuyo lo que puede suceder si no hago caso a los venideros retos.
-NADA BUENO-

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